Darío Zegarra, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Compañía Minera Antamina

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El derecho al agua de consumo humano, postulado histórico y tradicional en el Perú, requiere ser asumido con una mayor suma de esfuerzos por parte de las empresas del sector minero, para que ese recurso de vida llegue a más peruanos, pese a que es una función que le corresponde al Estado, sostuvo Darío Zegarra, vicepresidente de Asuntos Corporativos de la compañía minera Antamina.

“Tenemos plena conciencia que el agua potable es un derecho humano. Entenderlo así, enfoca mucho de los esfuerzos que como empresas (mineras) podemos hacer para sumarnos a esa responsabilidad, que es del Estado, pero que en los territorios donde nos encontramos, nos llama a hacer algo”, agregó.

Advirtió que si no hay un esfuerzo conjunto, entre empresas, autoridades y población con una mirada de mediano plazo perseverante, “la verdad es que el derecho al agua potable seguirá siendo una falencia en muchas zonas del país”.

Apropiada gestión de recursos hídricos

El ejecutivo consideró que la superación de esa falencia, para poder extender el consumo de agua potable entre más peruanos, pasa obligadamente por el fortalecimiento de una apropiada gestión de los recursos hídricos de parte de la industria en general.

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“Hay que saber entender, que se trata de un esfuerzo de muchos, enfocado en el derecho del agua y saneamiento que tienen las personas, y que tiene una relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Agenda 2030 de las Naciones Unidas”, destacó.

Derecho histórico y aglutinador cultural

Zegarra recordó que a partir del año 2000, cuando se iniciaron los trabajos relacionados al proyecto Antamina, y comenzaron a visitar numerosas comunidades, se encontraron que en estas poblaciones el derecho al agua es un postulado histórico y tradicional, pero no formalizado.

“Ayudar a esa formalización, ha sido una oportunidad, y también rescatar al agua como aglutinador cultural, como parte de nuestra identidad cultural”, remarcó.

Dijo que es necesario revalorar, darle mayor énfasis y potenciar ese postulado, “porque si no pareciera que el desarrollo (minero) está enfocado solamente en infraestructura”.

“Este esfuerzo está enmarcado en lo social, pero involucra también un esfuerzo de todos por ser más competitivos no solamente en minería, sino en otras potencialidades y áreas de desarrollo, y que solo con un esfuerzo en conjunto vamos a poder poner valor”, acotó.

El mineroducto fue un gran acierto

Zegarra afirmó que la decisión de Antamina de construir un mineroducto de 304 kilómetros de extensión para el transporte de sus concentrados de cobre y zinc hasta el puerto de Huarmey, fue un acierto pues entre sus beneficios, resalta un eficiente uso de los recursos hídricos en beneficio de las comunidades del entorno.

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“Sabemos que fue una decisión bastante acertada, de futuro, que priorizó el reclamo de la población, y a pesar de haber tenido las cosas aprobadas (para el transporte terrestre), se adoptó otra solución”, detalló.

Dijo que aquello generó un desafío adicional, un momento tenso, porque se tenía que dejar de lado la red de transporte de 400 camiones que hacían el traslado terrestre del mineral hasta Huarmey.

“Esos son los retos en el largo plazo que se enfrentan en este sector, y las decisiones que se toman no necesariamente todas, tienen que ser todo el tiempo “de ganar y ganar”, reflexionó.

Asimismo, explicó que los concentrados que lleva el mineroducto, mediante un adecuado tratamiento genera alrededor de un millón de metros cúbicos de agua que se recuperan en filtrado, y que han permitido crear y mantener irrigado permanentemente un impresionante bosque forestal en la costa de Huarmey.

“Es un bosque del que nos sentimos muy orgullosos, pues genera un reúso de agua bastante más eficiente”, subrayó.

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Informó también que la empresa tiene 64 proyectos de riego debidamente bien ejecutados, y en la actualidad hay alrededor de 10 mil hectáreas bajo riego, producto de estos proyectos.

Aseguró que la gestión de los recursos hídrícos de Antamina es un modelo líder para el mayor y mejor acceso al agua, y con lo cual se descartó el temor de la población de Huarmey de que las aguas tratadas en el mineroducto podrían llegar hacia el acuífero que es la fuente de agua de consumo humano en esa jurisdicción.

También precisó, en el marco del evento organizado por el Ministerio de Energía y Minas “Prácticas en el uso y gestión del agua en minería”, que Antamina, ubicada en Áncash, a 4,300 metros de altura, es una zona donde llueve mucho, por lo que en sus operaciones se utiliza el 100% de agua de lluvia.

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