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Yanacocha y Argentum ganaron el Concurso Nacional de Seguridad Minera – 2018 (ISEM), en las categorías de Tajo Abierto y Subterránea, respectivamente. Es relevante el compromiso de las empresas mineras por contribuir en la reducción del índice de accidentes mortales, destacó el gerente de Fiscalización Minera de Osinergmin, Edwin Quintanilla.

“En el 2018 hubo la menor cantidad de accidentes mortales en los últimos 12 años, lo cual es una buena noticia, ese es el objetivo central, en el cual todos nos debemos comprometer”, indicó el funcionario durante el XXIII Seminario Internacional de Seguridad Minera organizado por el ISEM.

El Osinergmin publica los accidentes reportados, la evaluación, las causas que los provocaron y qué medidas adoptar para evitarlos, y en ese sentido Quintanilla resaltó que trabajan con el estándar de supervisión del primer mundo. “El enfoque es el cumplimiento de la ley, más allá de la sanción”, añadió.

La supervisión no es ciega

Quintanilla informó que la supervisión es priorizada según la evaluación de riesgos de cada sistema. “La supervisión no es ciega, toma en cuenta los antecedentes de la evaluación de riesgo en cada instalación”, precisó.

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El ISEM destaca el rol del Reglamento de Seguridad en Minería

Por su parte, el gerente general del Instituto de Seguridad Minera (ISEM), Fernando Borja, resaltó que los accidentes fatales se redujeron en más del 90% desde 1996. Comparó lo ocurrido en el año 1996, cuando se reportaron 120 víctimas con 50 mil trabajadores, mientras que en el 2018 se registraron 27 víctimas, contando con 200 mil trabajadores.

“Esta reducción no quiere decir que estemos contentos, sí hay una mejora; sin embargo, aún nos queda por trabajar. Queremos que esa curva esté siempre en cero”, añadió.

“En los años 70’s teníamos 96 fatalidades al año, en los 80’s  la cifra más grande fue de 108 muertes. En los 90’s ya se reduce a 88, en los 2000 a 62, en la década del 2010 baja a 42, y en los últimos cinco años, estamos en 33”, agregó.

Borja atribuyó este avance al “tripartismo”, es decir, el trabajo entre el Estado, los trabajadores y la empresa para fortalecer la seguridad y reducir las fatalidades. “Nosotros adicionamos un cuarto elemento: a la sociedad civil, donde están las universidades, los colegios e institutos como el nuestro, que también trabajamos para reducir los accidentes”, dijo.

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Sin embargo, alertó que el número de accidentes incapacitantes se incrementó en los últimos dos años. “La menor cifra se tuvo en el 2016, con 985 accidentes incapacitantes, y esa cifra  aumentó a 1,239, podríamos decir que el triángulo se invirtió, o algo falló”, precisó.

Importancia de los eventos de alto potencial

Por su parte, Belisario Perez, gerente corporativo de Seguridad y Salud de Minsur (División de Grupo Breca), analizó los “Eventos de alto potencial” también denominados Incidentes peligrosos, según la legislación peruana, los cuales -según alertó- deben definirse para evitar los accidentes fatales o los incapacitantes.

En Minsur, explicó, la alta dirección está involucrada en esa tarea por lo que el propio gerente general interviene, y puede dirigirse a su par de la firma contratista involucrada para conocer las acciones a tomar.

“El reporte, la notificación, el registro y la metodología, son muy importantes”, dijo, tras agregar que en Minsur cuentan también con un medio de comunicación “Flash report”, que llega a cada persona y que contiene la información arriba referida, entre otros.

En esa línea, Tomás Chaparro, coordinador general de Seguridad Minera de Compañía de Minas Buenaventura, coincidió en la importancia de enfocarse en ese tipo de eventos que pueden causar la muerte o incapacidad permanente del colaborador, y pueden afectar incluso la existencia de la propia organización.

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Al recordar la falla de la presa de relaves de Vale, en Brasil ocurrida este año, dijo que “los stakeholders afectados son los inversionistas, que no quieren poner su dinero en una empresa con este tipo de eventos; y los clientes, que no quieren comprar concentrados manchados con sangre”.

Además, dijo que el gobierno central y organismos fiscalizadores ponen atención a lo que ocurre en la seguridad de las empresas, al igual que la sociedad en general, las ONG, la Bolsa de Valores, la comunidad local y hasta la familia.

“En Buenaventura definimos 10 riesgos críticos analizando la estadística de accidentes en los últimos cinco años. Los dos primeros están asociados con riesgos de negocio porque pueden causar accidentes mortales múltiples o masivos. Ejemplo un accidente de un bus de transporte de personal”, puntualizó.

Destacados por desempeño seguro

En la categoría Tajo abierto se entregaron placas de honor a Compañía Minera Miski Mayo-Unidad Bayovar, Minera Barrick Misquichilca-Unidad Pierina, Apumayo-Unidad Apurímac y Anabi-Unidad Valeria. En Subterránea, las placas de honor fueron para Minsur-Unidad San Rafael, Volcan Compañía Minera-unidades Ticlio y Anticona y Nexa Resources Atacocha.