La ONU afirmó en un comunicado que el área en negociación -conocida como Lote 192 y ubicada en la región amazónica de Loreto, al norte del país- tiene un “largo historial” de contaminación, conflictos y emergencias ambientales.
El lote es operado desde 2015 por la canadiense Frontera Energy (antes Pacific Exploration & Production) y el actual contrato de gestión culmina en septiembre, según la entidad estatal encargada de promocionar el sector, Perúpetro.
Perú “debe suspender las negociaciones directas con las empresas hasta que se garantice el derecho al consentimiento libre, previo e informado y se hayan subsanado todos los daños ambientales”, dijo la ONU, citando a los expertos independientes del organismo en sustancias peligrosas, Baskut Tuncak; y en derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz.
A inicios de mayo, el presidente de la empresa estatal Petroperú dijo que la compañía canadiense busca asociarse para extender su operación en el lote 192, el campo de crudo más grande de Perú y cuya producción estuvo detenida parcialmente por unos trabajos de reparación en un oleoducto.
Frontera Energy, que también opera en Colombia, produjo en lo que va del año 2.565 barriles de petróleo diario, muy por debajo de su potencial, según cifras de Perúpetro.
Representantes de Frontera Energy en Perú y del Gobierno no estuvieron disponibles para comentar el reporte. En mayo, la firma canadiense confirmó a Reuters su interés en desarrollar el “potencial” del lote bajo “altos estándares de responsabilidad social y ambiental”.
En junio, Frontera Energy y nativos de una comunidad del Amazonas llegaron a un acuerdo sobre el pago por el uso del lote petrolero. Tras el pacto, los indígenas abandonaron el lote petrolero que habían tomado en protesta desde abril.
Fuente: Reuters