Por: Paul Mitchell (EY Global Mining & Metals Leader)
Las continuas perturbaciones han presentado a los mineros nuevos riesgos y oportunidades. La forma en que respondan será fundamental para el éxito en 2021.
Cuando el informe del año pasado sobre los 10 principales riesgos en la minería y los metales planteó la posibilidad de riesgos de alto impacto – aquellos que son raros pero potencialmente catastróficos – ¿quién podría haber predicho lo que sucedería en 2020? En ese momento, anticipamos que la perturbación afectaría pronto al sector, pero no esperábamos que proviniera de una pandemia mundial que ahora ha acelerado otros factores perturbadores.
El COVID-19 es claramente el tema dominante de 2020 y afectará a todas las industrias hasta 2021, incluidas la minería y los metales. En el momento de redactar el presente informe, algunos mercados están comenzando a dar muestras de una cierta recuperación económica, pero otros, en particular muchas zonas mineras importantes, siguen estando muy afectados por el virus.
En nuestro informe de 2021, nos centramos en los efectos de COVID-19 en el sector, destacando cómo la pandemia ha aumentado muchos riesgos pero también ha creado nuevas oportunidades.
Los 10 principales riesgos y oportunidades comerciales para la minería y los metales
Si bien el brote ha sido un acontecimiento verdaderamente perturbador, el sector de la minería y los metales ha afrontado su impacto extremadamente bien, lo que ha dado lugar a una respuesta eficaz:
- La cultura de la seguridad prioriza la salud y el bienestar de las personas
- Excelente gobernanza que permitió una gestión ágil del cambio con los controles y equilibrios adecuados
- Colaboración con los gobiernos, el sector, los expertos en salud y las comunidades para asegurar que se sigan las principales prácticas
- Cambios realizados con el asesoramiento de los expertos que se incorporaron en todas las operaciones para garantizar una respuesta coherente y eficaz a la pandemia
Como resultado, muchas minas han permanecido operativas y productivas durante la pandemia, a pesar de tener menos personal en el lugar. Sin embargo, la continuidad de las actividades ha tenido un costo, debido a los gastos adicionales de nuevos procesos, procedimientos, protocolos, equipo de pruebas de salud y apoyo a la fuerza de trabajo.