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Según el Estudio Global de Seguridad de la Información 2018-2019 elaborado por EY, el 54% de las compañías mineras tuvo por lo menos un incidente que involucraba a la ciberseguridad en el último año. Para disminuir este porcentaje, es necesario que la ciberseguridad pase a ser concebida como una inversión a largo plazo.
La cuarta revolución industrial viene generando grandes cambios en la forma de trabajar a nivel mundial, y el sector minero no es la excepción. El uso de analytics para mejorar la toma de decisiones, la utilización de inteligencia artificial para agilizar los procesos y la robótica para disminuir el riesgo de accidentes en la fuerza laboral, son algunas de las prácticas que se vienen implementando en el sector. Sin embargo, estos nuevos desafíos que trae consigo esta etapa tecnológica, también se podrían traducir en riesgos si es que no los tratamos con el debido cuidado.
“Hoy en día, las empresas mineras tienen la gran oportunidad de optimizar sus procesos a través de la digitalización. Como se ha podido comprobar, en los últimos 30 años la productividad ha sido siempre el principal enemigo de la industria, por lo tanto, para que este fenómeno no se siga prolongando, es muy importante que se trabaje con miras a aprovechar las bondades que trae consigo la cuarta Revolución Industrial. Como en todo fenómeno disruptivo, la gestión de riesgos no es ajena a estos cambios, por lo que también es importante que se le preste la atención debida antes de que se tome cualquier decisión en la empresa”, señaló David Warthon, Socio de Impuestos de EY Perú.
Para entender cuáles son los riesgos más relevantes en torno a la minería en la cuarta Revolución Industrial, EY Perú ha preparado la siguiente información:
- Licencia para operar: La licencia para operar es uno de los principales riesgos en la industria minera. La mejor manera de prevenirlo es que las mineras transmitan entre sus stakeholders (comunidades, clientes, proveedores y gobiernos) la idea de que la minería es una actividad absolutamente necesaria y valiosa para la sociedad; y que toda la industria viene operando de forma responsable, cuidando el medio ambiente y salvaguardando la integridad de sus trabajadores. Asimismo, también es importante que se difunda información sobre los impactos de sus proyectos –por ejemplo, lo que se prometió en un inicio, lo que se entregó una vez finalizada la operación y la forma en cómo se midieron los impactos–. De esta manera, se evita un riesgo grande: no cumplir con lo prometido; y los stakeholders pueden estar enterados de lo que se viene haciendo, evitando que surjan altercados en un futuro cercano.
- Efectividad digital: La globalización y la digitalización son procesos que afectan a todas las industrias y la minería no se debe quedar atrás. Por lo tanto, es necesario que las mineras implementen cuanto antes y de manera efectiva la automatización y la digitalización de sus procesos para aliviar la carga laboral y crear un recorte de costos. Para esto, es necesario que el CEO y la visión de la empresa se vean integradas con la implementación de dichas innovaciones. Caso contrario, se convertirá meramente en un cambio tecnológico. Si una minera logra crear una mina digital y, al hacerlo, comienza a acercar los niveles de efectividad de todos sus equipos a lo que se ha logrado en la industria manufacturera, la minera puede ser realmente disruptiva y emerger como un actor dominante en el mercado.
- Ciberseguridad: A medida que la transformación digital obliga a las organizaciones a adoptar tecnologías emergentes y nuevos modelos de negocios, la ciberseguridad debe convertirse en un factor de crecimiento clave. Según el Estudio Global de Seguridad de la Información 2018-2019 elaborado por EY, el 54% de las compañías mineras tuvo por lo menos un incidente que involucraba a la ciberseguridad en el último año. Para disminuir este porcentaje, es necesario que la ciberseguridad pase a ser concebida como una inversión a largo plazo.
- Futuro de la fuerza laboral: Con la transformación digital, las mineras han comenzado a requerir empleados con mayores habilidades tecnológicas y especialización, es por esto que hay una tendencia a apostar por atraer una fuerza laboral millenial. Sin embargo, si bien es necesario contar con nuevos mecanismos que permitan atraer a una fuerza laboral más joven, es también importante mantener las habilidades esenciales que se necesitan y encuentran en la fuerza laboral antigua.