ProActivo
Por Mónica Belling
Perú le debe mucho a su riqueza minera, y quien la pone en valor son los hombres y mujeres que trabajan en esta industria que apuntala, como lo ha hecho en tantas épocas, a la economía nacional.
Su trascendencia va más allá de lo que es la transformación de la riqueza minera, conlleva el aprendizaje de nuevas tecnologías, nuevas culturas y en todos los casos la globalización plena.
Ya no se trata solo de la industria del socavón, pues ahora el ingreso muchas veces es desde una sala de control y a futuro serán solo las máquinas quienes ingresen, sin que eso signifique que detrás siempre se encuentre esa valiosa legión de personas que trabaja día a día y que muchas veces comparten los riesgos las angustias y las grandes satisfacciones cuando el éxito operativo se cumple y el cual es compartido hoy en día con las comunidades que los acogen.