Mario Huapaya

Mario Huapaya, consultor senior del BID.

“El Fenómeno El Niño y el cambio climático, indefectiblemente hay que asociarlos a eventos que hacen más desafiante nuestro desarrollo y que retrasan nuestro crecimiento económico ante una eventual merma de la inversión y que potencialmente amenaza la competitividad”, advirtió Mario Huapaya, consultor senior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“El Fenómeno El Niño, así como otros eventos climáticos ¿Cuánto puede afectar a la minería? y ¿Cómo ha decidido el mundo afrontar esta situación?”, se preguntó Huapaya.

Al respecto, dijo que el país es muy sensible a un posible perjuicio a la industria minera, debido a que esta representa el 60 % de las exportaciones del Perú y el 14 % de su PBI, por lo que los ingresos fiscales del país, por la minería, se ven amenazados. “Eso significa que si la minería es afectada por el calentamiento global u otros eventos climáticos, cada día sus empresas tienen que volver a invertir para poder operar, pues ante la interrupción de las carreteras o de los puertos, no pueden exportar. Son días en los que no producen y son rentas que no se cobran”, fundamentó.

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A dónde van las inversiones Además de la afectación inmediata, dijo que a futuro los países que no se adapten o no incluyan dentro de su planeamiento, manejar con eficiencia las nuevas crisis climáticas, estarán en gran desventaja. “Quiero decir que los inversionistas cuando empiezan a estudiar en dónde invertir, incorporan cada vez más en su planeamiento de escenarios, cuán preparados están esos países y sus instituciones, para controlar los efectos del cambio climático”, sostuvo.

Explicó que los inversionistas consideran cuánto ha invertido el propio Estado en solucionar los problemas por venir ante el estrés hídrico, el aumento de las precipitaciones y los cambios en los escenarios climáticos en general. Y que si perciben que sus capitales y el retorno de los mismos, están en mejor posición en un país, que el otro decidirán por el mejor. “Es decir, que en la competencia entre los países por atraer inversiones, ya se utilizan criterios, como los planes para controlar estos fenómenos naturales”, declaró.

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Los EIA y su actualización De otro lado, señaló que “los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), aprobados sobre la base de información que en su momento se tenía sobre las precipitaciones, sequías, cuidado del ambiente -ya sea la flora, fauna y la biodiversidad- van a tener que actualizarse sobre la base de los nuevos cambios climáticos”.

Manifestó que ha escuchado de casos en donde ni en el peor escenario calcularon que podría llover tanto en alguna zona, o la forma en la que se predispuso el tratamiento de alguna relavera, y que no necesariamente iba a aguantar si la precipitación subía a niveles mayores. “Tal vez hay que reevaluar la línea de base sobre la que algunos instrumentos de gestión ambiental se aprobaron, como los EIA”, puntualizó en el marco de la realización del panel Medio Ambiente, “Fenómeno El Niño, impactos y oportunidades” de Premios ProActivo 2023.

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BID con presencia en Perú

El BID es uno de los socios de la banca multilateral con mayor presencia en la región andina, especialmente en el Perú, con el que tiene más cooperación técnica y préstamos de inversión comprometidos. “Eso dice que en nuestra relación con el Perú, el BID sigue muy de cerca su desarrollo y nos adelantamos en base a cooperaciones técnicas y a estudios de profundidad para los desafíos de su progreso”, puntualizó Mario Huapaya. Añadió que uno de los grandes temas en los que el BID ha concentrado mucho de su inteligencia es en las industrias extractivas y en el último año especialmente en la minería.

 


Revista ProActivo – Edición N° 226

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