En mayo pasado, el Primer Ministro chino Li Keqiang realizó una gira a cuatro países latinoamericanos, incluido el Perú, una visita fructífera que ha dejado positivas proyecciones en el ulterior desarrollo de las relaciones sino-latinoamericanas y sino-peruanas.
Lo que más ha llamado la atención es el planteamiento por la parte china de una nueva modalidad de la cooperación bilateral en la capacidad productiva, denominada como la fórmula de 3×3. El primer 3 se refiere a la cooperación en tres sectores, la logística a través de una mejor infraestructura, la electricidad y la informática. El segundo 3 es respecto a la interacción virtuosa entre las empresas, la sociedad y el Gobierno. Y el tercer 3 se refiere a la ampliación de los tres canales de financiamiento que son los fondos, los créditos y los seguros.
¿Cuál es el fondo de esta nueva visión de China sobre la cooperación sino-latinoamericana? Como es sabido, China y América Latina se han constituido en una fuerza emergente para la prosperidad y el crecimiento del mundo y conviene a ambas partes reforzar la cooperación mutuamente beneficiosa. En enero pasado, la Primera Reunión Ministerial del Foro China-CELAC aprobó la Declaración de Beijing y el Programa de Cooperación Estados Latinoamericanos y Caribeños-China (2015-2019), que marcan un nuevo punto de partida de las relaciones bilaterales y una respuesta conjunta a las nuevas circunstancias. Debido a la lenta recuperación de la economía global, China y América Latina afrontan el desafío de mantener el crecimiento económico promoviendo el proceso de la industrialización y el reajuste económico. Para ello, se requiere una estrecha cooperación internacional. En este sentido, el desarrollo del procesamiento industrial de recursos conviene a América Latina para optimizar su estructura económica, y a China, la ampliación de su manufactura de equipos y una competencia internacional equitativa, en aras de una mejor industrialización. La complementación recíproca permite una capacidad productiva fortalecida para ambas partes. China está dispuesta a establecer un Fondo Especial para la Cooperación en Materia de Capacidad Productiva entre China y América Latina y el Caribe, con un monto total de 30 mil millones de dólares y destinado a potenciar los programas de cooperación en esa materia.
A mi modo de ver, Perú reúne todas las condiciones para ser un país piloto en la cooperación de capacidad productiva bilateral, teniendo en cuenta que Perú es el único país de la región que tiene con China tanto la Asociación Estratégica Integral como el Tratado de Libre Comercio y la buena base de cooperación económica y comercial bilateral en el sentido de que China es el mayor socio comercial de Perú y el voluminoso stock de las inversiones chinas en este país. La cooperación en capacidad productiva sino-peruana dispone de grandes potencialidades y contempla amplios horizontes. Por ejemplo, en el sector de minería, se podría explorar las vías para profundizar los eslabones de fundición y elaboración sobre la base de exploración y extracción. Hay consenso sobre una mejor interacción gubernamental con miras a crear un ambiente favorable para extender la cooperación hacia otros sectores y dar mayor valor agregado, completando el complejo industrial del Perú. Vale la pena hacer tentativas en manufactura utilizando mejor las respectivas ventajas y dirigir la mira hacia sectores de energía e infraestructura, donde China ha acumulado experiencias en las últimas décadas y está dispuesta a compartir experiencias y técnicas para potenciar una energía más diversificada y limpia y una mejor infraestructura a la necesidad del desarrollo socioeconómico del Perú.
Conscientes de grandes potencialidades en una mayor cooperación de ganancia compartida, el Primer Ministro chino Li Keqiang y el Presidente Ollanta Humala intercambiaron a fondo criterios sobre la agenda bilateral llegando a amplios consensos. Entre los frutos de la mencionada visita, cabe destacar el Memorándum de entendimiento sobre el fortalecimiento de la cooperación en inversión industrial y el Memorándum de entendimiento sobre la conducción conjunta de los estudios básicos de viabilidad para la Conexión Ferroviaria Bioceánica. Como Embajadora de China, igual que muchos amigos que siguen de cerca la marcha de las relaciones sino-peruanas, me siento muy alentada frente al porvenir de dicha vinculación. Estoy profundamente convencida de que con los esfuerzos aunados de ambas partes podremos elevar aún más el nivel de cooperación a través de la nueva fórmula ‘3×3’ en favor del desarrollo de nuestros países y en bienestar de nuestros pueblos.
Huang Minhui
Embajadora de China
La República