Formalización minera en el Perú

  • Mineros artesanales de Madre de Dios, Puno, Piura y Ayacucho testimonian el impacto positivo de su incorporación al circuito económico formal del país.

Los mineros artesanales y pequeños productores mineros de distintas zonas del Perú destacaron los amplios beneficios generados por la formalización de sus actividades extractivas, entre los que sobresalen el acceso al crédito, la seguridad jurídica, la mejora en seguridad y salud ocupacional, la reducción del impacto ambiental y su incorporación plena a la cadena de valor de la minería formal.

En el distrito de Huepetuhe, provincia de Manu (Madre de Dios), Julio Valencia, de la concesión minera Transoceánica, señaló que sus operaciones utilizan tecnologías limpias para la extracción de oro, evitando el uso de reactivos y productos químicos, lo que contribuye a una producción más responsable.

Por su parte, en el centro poblado de San Miguel de Untuca (Puno), los mineros artesanales formalizados indicaron que ya vienen aportando al desarrollo social mediante proyectos en agricultura, ganadería y educación, además de cumplir estrictamente los protocolos de seguridad y salud en el trabajo.

Asimismo, destacaron que su paso a la formalidad les permite comercializar libremente su producción, respetar el medio ambiente, cumplir con los estándares normativos e incluir a mujeres dentro del personal operativo, rompiendo barreras de género en el sector.

En Sapillica (Piura), los pequeños productores mineros impulsan el proyecto agrominero y ecoturístico Caña Brava, el cual integra actividades agropecuarias, recirculación del agua y zonas de reforestación con especies como ciprés, pino y eucalipto, demostrando que minería y agricultura pueden convivir sosteniblemente.

Finalmente, en Ayacucho, los mineros de la empresa San Luis II S.A. afirmaron que la formalización les ha permitido comercializar de manera transparente, así como adquirir explosivos e insumos conforme a ley.

El Ministerio de Energía y Minas (MINEM) reafirmó su compromiso de impulsar la formalización minera a pequeña escala, destinada a incrementar la recaudación tributaria, fortalecer el crecimiento económico sostenible y reducir los riesgos ambientales y sociales asociados a la minería ilegal.