Cuando en el 2004 se abrió la llave que sacó el gas natural (GN) de Camisea (Cusco), hacia Lima, se dijo que el Perú tendría la energía eléctrica más barata. Pero, 16 años después, su precio está enfrentando a las generadoras eléctricas.
El expresidente de Petroperú, Carlos Paredes, dijo a Correo que un grupo insiste por un costo fijo (precio del GN) y el otro pide no declarar el precio, que el costo sea variable, en función de la demanda.
“El conflicto es porque hay generadoras que quieren mantener bajo el precio spot (mayorista) y seguir haciendo ‘trading’ (comprar y vender a mejor precio)”, precisó.
Dijo que mientras más fijo es el precio del GN, menor es el precio de la energía en el mercado spot; se benefician las generadoras ineficientes (petróleo y diesel); contratan clientes y no despachan.
Pero, afecta a unidades más eficientes, como las centrales hidráulicas, que venden parte de su energía en el mercado spot, así como a las unidades térmicas eficientes que producen en ciclos combinados (sobre la base de GN y vapor).
Hogares. Paredes refirió que el costo del GN de una unidad de ciclo combinado es $24 el MWh (megavatio hora); en el mercado spot fue $9.5 en el 2020 y de $8.9 en el 2019.
“El precio spot no cubre el costo del gas; no favorece a 7.5 millones de hogares y pequeños negocios, que pagan con contratos de largo plazo y que está en $52 el Mwh”.
Pero, benefician a los clientes libres (industriales y mineras), que negocian contratos de corto plazo y acceden a una energía a precios debajo del costo de producción.
Fuente: Correo