El 2008 fue un año clave para la carretera Interoceánica. Era noviembre y el presupuesto asignado ya se había agotado. Para entonces, el ex presidente Alan García y los máximos representantes de la empresa brasileña Odebrecht se habían reunido hasta en ocho ocasiones en Palacio de Gobierno. Desde ese momento, se empezaron a aprobar y promulgar una serie de normas y adendas que dieron luz verde a pagos por 1.901’293.166 dólares durante el segundo gobierno aprista, el equivalente al 45% del costo total de la Interoceánica Sur y Norte.
Los encuentros en Palacio
En el libro de visitas de Palacio de Gobierno, se registran todos los ingresos con fecha y hora. Así, tenemos que el 20 de setiembre del 2006, a las 11:40 a.m., ingresaron Marcelo Odebrecht y Jorge Barata a una reunión privada con el presidente Alan García. Esa fue la segunda de las 16 visitas que hiciera Barata a Palacio, 11 de ellas son encuentros en los que García estuvo presente.
Algunas de esas citas tienen especial relevancia. El 11 de setiembre del 2008 se registró una reunión entre el mandatario peruano y la cúpula internacional de Odebrecht: Emilio Odebrecht, Marcelo Odebrecht, Luiz Antonio Mameri y Jorge Barata. Una semana después, el 17 de setiembre, García viajó a Brasil para inaugurar el evento ExpoPerú 2008, que contó “con el apoyo y auspicio de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo, el más grande gremio empresarial brasileño y de América del Sur”, según la solicitud de permiso de viaje presentada al Congreso.
En esa oportunidad, García tuvo encuentros con su homólogo Lula da Silva y empresarios brasileños en Sao Paulo sin gastar un real, según información oficial. En el oficio 319-2008 de la PCM, se detalló que “el citado viaje del señor presidente de la República no irrogó gastos al pliego presupuestal del despacho presidencial”. Odebrecht era una de las principales participantes.
El dinero se agotaba
“La paralización de las obras ocasionaría perjuicios económicos irreparables para el Estado” y “la pérdida de todo lo invertido”. Esos fueron los argumentos del gobierno aprista para aprobar el Decreto de Urgencia 045. La norma, firmada por García, se publicó el 15 de noviembre del 2008 y, en síntesis, autorizaba al Ministerio de Transportes y Comunicaciones a desembolsar 160 millones de soles para continuar con las obras de la Interoceánica. Esta fue la primera entrega de dinero fuera del presupuesto original durante el gobierno aprista.
Al mes siguiente, el 30 de diciembre, el Congreso de la República, bajo la presidencia de Javier Velásquez Quesquén, aprobó la Ley 29309, propuesta por el Ejecutivo, que “declaraba de necesidad pública y de preferente interés nacional la continuación de la ejecución del proyecto corredor vial interoceánico sur Perú Brasil-IIRSA Sur”. La norma fue publicada al día siguiente. Esto dio puerta abierta para una nueva transferencia, esta vez, por 531’610.000 dólares en favor del consorcio brasileño Concesionaria Interoceánica, integrado por Odebrecht, Graña y Montero, JJC Constructores e ICCGSA, responsables de la construcción de los tramos 2 y 3.
Los préstamos
En los medios de comunicación, el gobierno de Alan García anunciaba que se había propuesto culminar la carretera porque significaba un gran flujo comercial con el vecino país. Así, autorizó el endeudamiento por 434 millones de dólares a través de dos préstamos que le concedió el Banco de Desarrollo de América Latina, la CAF. Uno por 234 millones de dólares y otro por 200 millones de dólares que los justificó a través de decretos de urgencia. El último préstamo de la CAF (Decreto Supremo 235 del 2010) se terminaría de cancelar recién en junio del 2027.
Sin fondos
El dinero aún era insuficiente. El 10 de diciembre del 2010, a través del D.U. 077, la administración de García decidió transferir para la Interoceánica Sur y Norte 45’959.856 dólares, que originalmente estaban asignados a otras obras como la construcción del tramo vial óvalo Chancay-variante Pasamayo-Huaral-Acos, en Lima, y la ejecución de la carretera Nuevo Mocupe-Cayaltí-Oyotún, en Lambayeque. Estas obras viales tuvieron que esperar un año para ser ejecutadas.
Las adendas
Adicionalmente a las normas expedidas durante el segundo quinquenio de García, se firmaron 15 adendas para las carreteras Interoceánica Sur y Norte. Estas modificaciones a los contratos significaron una ampliación en los plazos de ejecución y un incremento de 271’732.000 dólares.
Para la Interoceánica Norte, el consorcio liderado por Odebrecht suscribió dos adendas que representaron un aumento de 53 millones de dólares por “obras adicionales”. Otras nueve adendas para los tramos 2 y 3 de la Interoceánica Sur significaron el pago de 144’732.495 dólares para la concesionaria.
El consorcio Intersur, formado por las brasileñas Camargo Correa, Andrade Gutierrez y Queiroz Galvao, también logró a través de cuatro adendas un incremento de 20 millones de dólares para el tramo 4.
Alan en la carretera
Entre normas y adendas de IIRSA Norte y los tramos 2, 3 y 4 de IIRSA Sur, el gobierno de García destinó US$1.901’293.166 para distintos costos de construcción, mantenimiento e intereses de la obra. Todas estas operaciones financieras fueron analizadas por el ex congresista y auditor contable Pedro Santos para la Comisión Lava Jato del 2016. Estos pagos fueron refrendados por el MTC. Al 2015, los desembolsos por la carretera ascendieron a 4.233’504.260 dólares.
La respuesta de García
Este Diario buscó la versión del ex mandatario Alan García sobre este tema. A través de su secretaria, respondió que todos los datos sobre la Interoceánica “los maneja con exactitud el que fue ministro de la cartera en ese período [Enrique Cornejo] y también el Sr. José Graña Miró Quesada”.
Fuente: El Comercio