Glencore Plc, la operadora de materias primas más grande del mundo, construyó un cofre de guerra en el primer semestre, ya que siguió reduciendo la deuda mientras se prepara para acelerar las adquisiciones.
En tanto la ganancia mejoró durante el primer semestre, Glencore mantuvo su dividendo sin cambios y utilizó el dinero extra para pagar préstamos. La deuda neta fue de US$13.900 millones en junio, un descenso de más de 60% desde mediados de 2014, cuando la compañía estaba digiriendo su fusión con Xstrata Ltd.
El presidente ejecutivo de Glencore, Ivan Glasenberg, es un consumado creador de acuerdos que ha construido una empresa por valor de US$60.000 millones comprando activos de recursos naturales como minas, campos petrolíferos y silos de granos en todo el mundo, en lugar de construir proyectos desde cero.
El sólido balance de la empresa proporciona “margen para oportunidades de crecimiento altamente selectivas”, dijo el ejecutivo en un comunicado el jueves.
“Estos resultados indican la fuerte posición que Glencore ha construido en el pasado reciente y esperamos que el impulso continúe”, dijo Heath Jansen, analista de minería de Citigroup Inc.
Las acciones de Glencore cayeron 1,8% a 333,55 peniques a las 8:56 de la mañana en Londres.
Glasenberg, de 60 años, dijo en febrero que “es el momento adecuado” para recompensar a los accionistas después de años difíciles en 2015 y 2016, cuando la compañía suspendió los dividendos y vendió acciones para recaudar dinero en efectivo.
El combativo presidente ejecutivo de origen sudafricano parece ahora estar reforzando las finanzas de Glencore en primer lugar, una señal de que la compañía está buscando acuerdos, en lugar de devolver inmediatamente más dinero a los accionistas.
OPCIÓN DE DIVIDENDO
Algunos inversionistas pueden sentirse decepcionados de que Glencore haya dejado su dividendo igual dada la abundancia reciente de dinero en efectivo, escribieron analistas en Morgan Stanley en un informe por correo electrónico.
Sin embargo, Steve Kalmin, el jefe de Finanzas de la compañía, abrió la puerta para pagos más altos el próximo año. A precios actuales, Glencore podría pagar US$2.500 millones en dividendos en 2018, frente a los US$1.000 millones de 2017, dijo.
La compañía redujo su relación de apalancamiento preferida a 1,07, muy por debajo de su objetivo de 2, lo que sugiere que tiene la capacidad de proseguir las adquisiciones. La ratio de apalancamiento alcanzó a 3 en 2015 cuando los precios de las materias primas bajaron.
Glencore ya ha firmado algunos acuerdos, incluyendo el mes pasado su compromiso de pagar US$1.100 millones más regalías por una gran participación en una mina de carbón australiana. A principios de este año, su división de agricultura se acercó a Bunge Ltd. para discutir una potencial fusión.
Después de la publicación de los resultados, Glasenberg dijo que seguiría siendo “oportunista” en fusiones y adquisiciones y reiteró su apuesta a la agricultura, diciendo que la compañía quería hacer crecer el negocio con sus socios canadienses.
El gigante de las materias primas, junto con sus rivales mineros Rio Tinto Group, Anglo American Plc y BHP Billiton Ltd., ha salido de una crisis de dos años gracias a que los precios de los metales, particularmente el cobre y el aluminio, se recuperan ahora fuertemente.