Inversión se da en medio de protestas por la eliminación gradual de los subsidios al combustible.

Glencore Plc y Chevron Corp. están acelerando sus inversiones en el naciente mercado privado de combustibles México en momentos en que potenciales inversionistas aguardan el fin los precios de la gasolina regulados por el gobierno.

“Como parte de la reforma energética, no prevemos ningún límite de precios. A medida que esto se implementa en todo el país, nuestra intención es ser muy competitivos y tener la mejor infraestructura”, dijo Alex Beard, jefe global de petróleo de Glencore, en una entrevista con Bloomberg. Glencore, la mayor corredora de materias primas del mundo, tiene como objetivo “ser el proveedor más competitivo en un mercado completamente desregulado”, dijo.

El jueves, Glencore inauguró su primera gasolinera en México: una de las 1.400 que serán incluidas como parte de una empresa conjunta con G500 Grupo Gasolinero, una alianza local de estaciones de servicio. Glencore suministrará a las gasolineras, que también reciben combustible del sistema de refinación de Petróleos Mexicanos.

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También el jueves, Chevron anunció que abrirá su primera gasolinera con su marca en el estado de México dentro de las próximas semanas, y luego lanzará gasolineras en los estados de Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur. Planea trabajar con socios locales para importar combustible, distribuirlo y venderlo en México, informó la empresa en un comunicado por correo electrónico.

Reformas gubernamentales

Los cambios legislativos en México han permitido que otras firmas además de Pemex importen combustible desde abril de 2016, y los precios de venta establecidos por el gobierno están siendo gradualmente eliminados a nivel regional este año, parte de una reforma energética de 2014 diseñada para atraer la inversión y llevar la competencia a un mercado antiguamente nacionalizado.

Glencore se ha comprometido a una inversión de US$500 millones para la expansión de la infraestructura y la venta al por menor de gasolina en México. Está construyendo dos terminales de productos refinados, una en el puerto de Dos Bocas, el puerto más grande de México para exportaciones de crudo, y la otra en Tuxpan, según Beard.

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La terminal de Dos Bocas se utilizará para la importación de combustible y tendrá una capacidad de 600.000 barriles. Se espera que esté lista en febrero de 2018, lo que la convierte en una de las primeras terminales privadas de importación de productos refinados en México. Originalmente fue una terminal de asfalto que Glencore compró en 2011.

La terminal Tuxpan de Glencore, con una capacidad de 1,5 millones de barriles, se encuentra actualmente en fase de ingeniería y planificación. Su apertura está prevista para el primer semestre de 2019.

“Dos Bocas es un área difícil de abastecer desde el sistema de refinación existente de Pemex, es un largo camino lejano y costoso para suministrar desde esa área”, dijo Beard. “Tuxpan está un poco extenso, está muy lleno allí, y creo que es un lugar obvio para mejorar la infraestructura importante en México”.

Aumento de los precios de la gasolina

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Sin embargo, la eliminación gradual de los subsidios al combustible este año también ha provocado protestas, conforme los precios en las gasolineras aumentaron hasta 20% en algunas regiones en enero. Se ha importado muy poco combustible al país desde que la infraestructura permanece en manos de Pemex, y el aumento del robo de combustible es una preocupación.

Glencore planea competir por el arrendamiento de los gasoductos y terminales de almacenamiento de Pemex, parte de las llamadas ’temporadas abiertas’ de Pemex, probablemente en el centro de México, donde sus estaciones de combustible están concentradas, dijo Beard. La compañía tomará “todas las medidas de seguridad prudentes” para proteger sus activos de los ladrones de combustible, señaló.

“La forma de hacer negocios en México será impulsada por las circunstancias en México, y el robo de tuberías es un problema en este momento”, dijo Beard. Tanto el aumento de la inseguridad en la infraestructura de combustibles como los precios de gasolina minoristas establecidos por el gobierno “tendrán que ajustarse” para que el mercado mexicano se libere completamente.

Fuente: Bloomberg