El premier Alberto Otárola destacó esta medida como parte de un paquete de ocho medidas tributarias solicitadas por el gobierno en el marco de sus facultades delegadas por el Congreso de la República.
Anteriormente, los productores mineros tenían que pasar por un proceso “burocrático” para intercambiar el mineral precioso por la cantidad de mineral que tenía un no domiciliado en un banco del exterior. Para constatar esta operación, el banco nacional emitía una constancia de ejecución, para que luego el productor minero le entregara el mineral al joyero nacional, a fin de que lo transformara en productos terminados por encargo del no domiciliado a quien finalmente se los exporta. Con el cambio, ya no será necesaria la participación del sistema financiero (bancos), sin perder de vista el control a través de Aduanas para determinar la procedencia del mineral precioso.
Según Julio Pérez Alván, gerente general de Arin S.A., una de las empresas de joyería más grandes de Perú, una vez se apruebe el decreto, la cadena de producción de oro, que involucra a casi 300 empresas en el país, elevará la exportación de joyería de oro de US$ 120 millones a US$ 300 millones al año inmediatamente. El mercado de joyería en la región obtuvo un valor de alrededor de US$ 8200 millones en 2021. El oro amarillo es el que más se produce, aunque en 2022 primó la demanda de joyas de oro rosado.
Adex ha reportado que joyerías de Norteamérica han mudado sus maquinarias al Asia y también a Sudamérica, incluyendo Perú, debido al bajo costo de producción que ofrece el mercado peruano, según Pérez Alván.