Gonzalo Quijandría

ProActivo | La mina Pucamarca, de la peruana Minsur ingresó al campo de la diplomacia, para resolver asuntos de abastecimiento del agua, informó Gonzalo Quijandría, director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Minsur.

Pucamarca, es un depósito de oro de alta calidad, ubicado en el distrito de Palca, región Tacna, que empezó a producir en el año 2013, con 117 mil onzas de oro en el primer año de operación; y un promedio de 100 mil onzas de oro en los siguientes años.

En el 2020 alcanzó una producción de 80,215 onzas de oro, con una ley de mineral promedio de 0.48 gramos por tonelada métrica. La planta tiene una capacidad de 21,000 toneladas por día. La mina cuenta con las certificaciones ISO 14001, ISO 9001, y OHSAS 18001.

Desconocimiento que lleva a una crisis

En la historia de la mina Pucamarca, a pesar de no contaminar el agua de la zona, se expandió la errónea idea entre los pobladores, que sí lo hacía y perjudicaba a la agricultura, narró Gonzalo Quijandría en el foro organizado por el Centro para la capacitación y manejo en la resolución de conflictos sobre recursos naturales, de la Universidad Nacional de San Agustín, con la Colorado School of Mines.

Recordó que “había mucha desinformación sobre cómo funciona una mina de oro”, y en junio del 2007 en momentos por desarrollar la construcción del proyecto, la ciudad de Tacna se opuso con una violenta movilización contra Minsur, que incluyó la toma del local del gobierno regional, una prensa muy crítica y presión hacia el gobierno para una consulta popular.

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Explicó que ello se debía a que en Tacna era conocida la minería de cobre, pero no la de oro. Pucamarca es la primera mina de oro en el lugar y en consecuencia con diferente tecnología.

Techado del canal Uchusuma

Por otro lado, a pocos kilómetros de la operación se encuentra el canal de Uchusuma, que transporta agua hacia la ciudad de Tacna. Por ello, la población vio como una amenaza la cercanía de la operación minera. “Existía un riesgo fundado que las personas quisieron manifestar, quizás no por los canales adecuados, pero la empresa tenía la obligación de responder claramente”, dijo.

Es así que con una serie de acciones difundieron sobre el proyecto destacando sus diferencias de otros proyectos en el lugar. Para ello agendaron reuniones con periodistas y actores clave, visitas guiadas a Pucamarca, espacios de análisis sobre minería moderna y bastante trabajo social con el mensaje: “Pucamarca no generará relaves”.

“Hubo un diálogo abierto, estuvimos dispuestos a escuchar a las comunidades. Les explicamos que no se usará ni una sola gota de agua de los tacneños y comenzamos a aclarar los cuestionamientos. Buscamos contribuir al desarrollo de la frontera y apoyar a las comunidades vecinas, acompañado de una campaña publicitaria”, declaró.

Es así que para eliminar por completo las percepciones que podía tener la población sobre un potencial daño medioambiental por parte de Minsur, la empresa decidió techar el canal de Uchusuma.

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“Por ello se decidió techarlo por completo con concreto. Fueron varios kilómetros de techado del canal. La inversión finalmente fue de 5 millones de dólares, pero como la empresa inicialmente había comprometido 7 millones para este tema, decidió destinar los dos millones restantes para el fondo de desarrollo de Tacna. Esto fue en el 2014”, relató.

El agua y la diplomacia

El representante de Minsur dijo que la mina Pucamarca usa solo 20 litros de agua por segundo; sin embargo, la preocupación constante fue el uso del agua. Inicialmente utilizaban 7 pozos subterráneos en la subcuenca Vizcachani, pero al descubrir que esos pozos tienen una recarga lenta, buscaron una fuente alternativa de agua “y se descubrió al río Azufre, que es un río binacional, que nace en territorio de Chile, ingresa al Perú durante 4 kilómetros y vuelve a Chile, donde una parte es evaporada para no ser utilizada y otra parte llega a confluir con el río Lluta para labores agrícolas”.

Aclaró que se evapora porque como su nombre lo dice, contiene altas cantidades de azufre y eso lo convierte naturalmente en contaminante. Tiene azufre porque nace en el volcán Tacora en el norte de Chile y llega a atravesar parte del territorio peruano.

Quijandría explicó que se trata de un recurso binacional, que los tratados internacionales indican que puede ser utilizado por ambos países, pero no había sido empleado hasta el momento por el Perú, en ningún punto. Implicaba un acuerdo entre Perú y Chile, acuerdo que desde la Guerra del Pacífico no se había dado en ningún punto entre ambos países.

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“Decidimos ingresar a un campo donde la minería generalmente no entra y es la diplomacia. Se trabajó con la Cancillería del Perú y la Cancillería de Chile, para tener un acuerdo de uso de aguas binacionales que nos permita el uso de ambos países de manera compartida. Que nos permita utilizar agua para la minería -en este caso para Pucamarca- y no afectar tampoco el agua que sí utiliza para agricultura la República de Chile. Era un ganar-ganar, porque nosotros utilizaríamos solo aquella parte que usualmente Chile evapora y nos permitiría ir utilizando cada vez menos nuestros pozos y recargando el acuífero para uso del agua”, puntualizó.

Especificó que Minsur hizo una planta de tratamiento de una capacidad de 20 litros por segundo, en territorio peruano y hoy es un recurso compartido. “Nos permite a ambos países contar con agua. En el caso de Chile la misma proporción de agua que siempre recibió para uso agrícola; y utilizar esa proporción que evaporaba, para uso minero en el lado peruano, permitiendo recargar un acuífero que es también un recurso peruano de aguas naturales. Así, no tener que competir con ninguna actividad ni agrícola ni poblacional”, precisó.