Ana Giros, CEO del grupo Suez.

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Seis décadas después de haber ejecutado su primera obra en el Perú, el grupo Suez, especialista en la gestión de agua y residuos, tiene más de un proyecto en la mira. Ana Giros, su CEO para Latinoamérica, adelanta a Día1, los pasos que darán para seguir creciendo.

 

¿Cuál es la visión que tienen sobre la presencia de Suez en el Perú?

La Atarjea, en 1957, fue una de las grandes obras que hicimos, pero no ha sido lo único. Ahora tenemos un equipo de ingeniería y prospección de proyectos nuevos en Lima para atacar el mercado y acotar un portafolio de oferta completo de Suez en el país.

¿Cómo ven al mercado peruano?

Estamos seguros de que vamos a trabajar en un mercado donde hay grandes necesidades. Agua y saneamiento ha sido una gran prioridad en toda la campaña de PPK y las necesidades básicas se tienen que cumplir al 100%.

Con las oportunidades que ven en agua y saneamiento, ¿hacia dónde apuntan?

Nos vemos aportando tecnología en varios campos. Tenemos competencias en todo el ciclo del agua, en valorización de residuos, en industria y minería, y en infraestructura, donde hay muchísimos proyectos que se están perfilando.

¿Qué proyectos tienen en la mira?

La ampliación de la Atarjea, algunas obras de cabecera y las 10 plantas de tratamiento para el Titicaca, que es un proyecto muy bonito y emblemático. También hemos visto que un montón de empresas municipales gestionan de manera bastante rudimentaria y deficitaria el ciclo del agua, y ahí podríamos aportar nuestro conocimiento y ‘performance’.

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Frente a esas opciones, ¿qué sector comandará la facturación de Suez en el Perú?

Lo bonito de estas actividades, bastante diferentes, es que algunas obras tienen una facturación pico, pero lo que a nosotros nos interesa no es el pico sino la sustentabilidad. Haremos un mix para tener una unidad potente en el Perú y darle visibilidad de futuro.

Y hoy, ¿han logrado esa paridad en el mix o algún sector es más importante?

Actualmente tenemos poca infraestructura, pero en el Perú hay mucha necesidad y la verdad es que tenemos todos los ingredientes, pero poca materialización de proyectos.

En ese sentido, ¿qué problemas impiden que la inversión privada fluya?

Hay varios temas. Primero, la financiación. Y lo segundo es que ha habido un frenazo importante con lo de Odebrecht y Graña, y si un sector tiene problemas, las obras y las licitaciones no caminan. Llevamos un año, o más, donde parece estar todo frenado, y todo ese clima de inseguridad no es propicio.

¿Qué esperan al respecto?

Suez es una empresa dispuesta a invertir pero de manera sustentable, porque no queremos llegar, hacer un show de tres años e irnos. La idea que tenemos es a largo plazo.

De la facturación total que Suez tuvo el año pasado (€15.300 millones), América del Sur representó 5,8. ¿Cuán importante ha sido Perú?

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El Perú es pequeñín, son €11 millones de facturación. Pero, tenemos un proyecto en el que creemos mucho y tenemos muchas ganas de cerrarlo: Olmos, que es uno de los dos campos nuevos en los que queremos entrar: irrigación y ‘smart cities’.

Frente a esos €11 millones, ¿hay alguna meta a la que aspiran llegar?

Sí. La idea es que en el Perú se trabaje en temas de irrigación, infraestructura, industria –básicamente minería– y algo de agricultura para triplicar esa cifra de manera rápida.

¿Para cuándo?

Hemos trabajado en planes a tres años, pero todo depende de si tenemos obras o no.

Sobre Olmos, su visita ha coincidido con la revocatoria del Poder Judicial para que se proceda con la venta de las acciones. ¿Cómo han tomado la noticia?

De manera positiva porque todos estamos interesados, tanto Odebrecht, Brookfield, nosotros, los clientes de ese regadío y el Gobierno en que el tema se cierre, que empecemos a operar y que la operación se estabilice.

¿Cómo avanzarán las negociaciones?

Primero se tiene que acabar la aprobación gubernamental para la venta y lo otro es que, con El Niño costero, las infraestructuras se han degradado, y estamos negociando con Odebrecht su puesta a nivel, porque no podemos hacer la transferencia con el tema como está.

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¿Están de acuerdo con que se incluya una cláusula anticorrupción para evitar casos como el Odebrecht?

Nosotros somos un grupo en el que el tema de ‘compliance’ y ética lo tenemos en los principios básicos de nuestra gobernanza.

¿Se asociaron alguna vez con Odebrecht?

Teníamos una concesión en conjunto, en Veracruz (México), y la acabamos de vender porque a nivel gobernanza el grupo es bien claro.

Hasta hace algunas semanas no se conocían las condiciones de venta de los activos.

¿Ya pueden revelarlas?

Como ahora estamos negociando con Odebrecht lo del impacto de El Niño costero, la cifra aún no está cerrada.

¿Ustedes y Brookfield están pidiendo que asuman los costos de las reparaciones?

Sí y supongo que, al final, llegaremos a un acuerdo. Para nosotros se trata de un proyecto estratégico porque vemos otros canales de irrigación, como Chavimochic, que nos interesa trabajar, y [Olmos] sería una primera experiencia para multiplicarla.

¿Cuándo finalizarían las negociaciones?

Idealmente sería a finales de año. Sería bonito para empezar bien el año que viene, ya que al ser los tecnólogos del agua, Suez tomaría la operación del activo.

En tres años, con más de €30 millones de facturación, ¿seguiremos siendo pequeñitos para Suez?

Bueno, seremos pequeños porque hay países, como Chile, en donde facturamos €600 millones. Pasar de €11 millones a €600 millones tardará algunos años, pero trabajaremos para lograrlo.

Fuente: El Comercio