Los institutos de excelencia (IDEX) del Ministerio de Educación (Minedu), que funcionan en todas las regiones del país, están transformando la vida de miles de jóvenes talentosos, quienes hoy se insertan con éxito en diversas empresas o apuestan por el emprendimiento, impulsando iniciativas propias que amplían sus oportunidades de desarrollo profesional y empresarial.
Una muestra de ello es Dante Bayona Bruno, egresado del Instituto de Educación Superior Tecnológica Público IDEX José Abelardo Quiñones, de Tumbes, quien, con esfuerzo y dedicación, culminó la carrera de Mecánica Automotriz, se especializó en motores diésel y, años más tarde, inauguró su propio laboratorio de mantenimiento de bombas e inyectores de vehículos.
Bayona, natural de Cabeza de Lagarto, un pequeño centro poblado del distrito de Pampas de Hospital, en Tumbes, descubrió su talento desde niño al observar a su padre, un humilde agricultor de escasos recursos, aplicar nociones de mecánica elemental para reparar los vetustos motores que bombeaban agua hacia los campos de cultivo de la zona.
“Los motores se malograban y requerían revisiones técnicas permanentes, y teníamos que esperar la llegada de algún especialista cuando el problema se agudizaba. Fue entonces cuando empecé a desarmarlos para identificar y solucionar posibles fallas. Aunque al inicio eso me costó gritos y castigos por malograr los motores en lugar de arreglarlos, con el tiempo aprendí a resolver los problemas a medida que me iba familiarizando con ellos”, comenta.
Bayona recuerda que, mientras los niños de su edad se entretenían jugando, él dedicaba su tiempo a desmontar motores, apelando a su paciencia, para luego devolverlos a la vida y disfrutar al ver cómo el agua volvía a fluir por los campos donde sus familiares y vecinos cultivaban árboles frutales y gramíneas. “No solo era la curiosidad de reparar las máquinas, era la posibilidad de regar los campos de cultivo que nos daban de comer”, relata.
La pobreza no fue un obstáculo en la vida del hoy empresario. Al culminar la secundaria, decidió estudiar Mecánica Automotriz en el IDEX José Abelardo Quiñones, donde fortaleció su vocación al trabajar con máquinas de tecnología de vanguardia. Allí se tituló y se especializó en motores diésel, comprendiendo que la mecánica moderna no solo es teoría, sino también práctica, análisis y aplicación de la electrónica.
Dante afirma que el camino no fue sencillo. Tuvo que afrontar largas jornadas de práctica y aprendizaje constante, pero la perseverancia dio sus frutos; con el tiempo fue construyendo su sueño, el Laboratorio Bayona Diesel, un taller que hoy es referente en la región, atiende a miles de usuarios de los departamentos del norte del país e incluso recibe clientes de Ecuador, que cruzan la frontera para reparar sus vehículos.
Su taller está equipado con un banco de pruebas electrónico capaz de detectar fallas con un 100 % de precisión, lo que le permite responder a una alta demanda y evaluar la apertura de sucursales en otras ciudades. “El poder de la educación es increíble, me cambió la vida”, afirma.
Consciente de que la mejor inversión es apostar por la educación, abre las puertas de su taller a estudiantes del mismo instituto donde se formó, brindándoles prácticas profesionales y oportunidades laborales. Cree firmemente que el conocimiento debe compartirse y que la educación técnica es una herramienta poderosa para romper los ciclos de pobreza.
Excelencia y oportunidad de desarrollo
El ministro de Educación, Jorge Figueroa, destacó el aporte del instituto, que se ha consolidado como la principal opción de educación superior tecnológica en Tumbes y forma parte de los 26 institutos de excelencia (IDEX) del país. Actualmente, ofrece diez carreras técnicas de alta demanda, contribuyendo de manera sostenida al desarrollo del capital humano en la región y es dirigido por Jaime Tandazo, profesional reconocido con las Palmas Magisteriales en 2014.
La historia de esta institución está marcada por procesos de revalidación, reconocimientos por innovación, modernización y su licenciamiento oficial, evidencias claras de su compromiso con la calidad educativa, la pertinencia social y la formación de profesionales técnicos preparados para asumir los retos productivos y sociales del país.

