- De acuerdo con la entidad, se ha identificado tres zonas donde podría ocurrir este evento: en el centro de Perú, donde está Lima; entre Nazca y Chala; y entre Moquegua y Tacna.
- Tras un análisis de las condiciones de Lima, se ha determinado que, de producirse un sismo de esa magnitud, el suelo de la capital podría moverse durante 5 minutos.
En algún momento, el Perú registrará un sismo de 8.8 grados de magnitud, como consecuencia de la liberación de la energía acumulada durante décadas, según proyecciones del Instituto Geofísico del Perú (IGP) basadas en datos recolectadas por GPS colocados a lo largo de la zona costera, entre Lima y Antofagasta (Chile).
De acuerdo con la entidad, se ha identificado tres zonas donde podría ocurrir el evento: en el centro de Perú o Lima; entre Nazca y Chala; y entre Moquegua y Tacna. Asimismo, podría suceder en todo el norte de Chile. Estas zonas son las que mayor frecuencia de sismos han registrado a lo largo de la historia, debido a la colisión de las placas de Nazca y la Sudamericana.
“Estas placas están acopladas a lo largo de más de 100 y 400 kilómetros. Esa condición origina una fricción constante, provocando un desplazamiento de placas y generándose sismos” explicó el Dr. Hernando Tavera, presidente del Instituto Geofísico del Perú, en el marco del workshop y la campaña Juntos por la Prevención en Sismos, organizado por RIMAC.
El experto detalló que, en el caso de Lima, un sismo de 8.8 grados significaría el desacoplamiento de hasta 400 kilómetros de placas paralelas a la costa. “La energía se propagaría a lo largo de toda el área involucrada”, refirió Tavera, al señalar que la energía acumulada en la zona costera de la capital es producto de más de 275 años, tiempo en el que no se ha registrado un fuerte sismo.
En torno a ese tema, indicó que los pequeños sismos no ayudan a liberar toda la energía contenida en las placas, debido a que cada escala de magnitud es “30 veces más energía”. Por ejemplo, dijo, el sismo de Pisco (ocurrido el 15 de agosto del 2007) liberó solo el 25% de la energía acumulada en esa zona. “Un sismo de 8.0 (grados) no es el doble de uno de 4.0. Es una escala logarítmica. Un sismo de magnitud 5 solo produce una ruptura de milímetros; uno de magnitud 6, de centímetros; el sismo de Pisco llegó a 270 kilómetros de ruptura”, detalló.
Duración y movimiento
Añadió que, según los estudios y tomando como base experiencias previas, la liberación de la energía podría demorar 150 segundos. Sin embargo, cada ruptura viene seguida de emisiones de ondas, que “se propagan por todo el continente”. Así, si el sismo de magnitud 8.8 ocurre frente a Lima y la duración de la ruptura es de 150 segundos, el suelo se podría sacudir el doble de tiempo, como mínimo 5 minutos.
Respecto a la intensidad del movimiento, el especialista dijo que, de acuerdo con un estudio de suelos, se calcula que, con un sismo de 8.8 grados, el suelo de Lima se sacudiría a una intensidad que alcanzaría valores de hasta 800 centímetros por segundo al cuadrado.
“Cuando ocurrió el sismo de Pisco, el suelo de la capital se sacudió con valores promedio de entre 80 a 100 centímetros por segundo al cuadrado. Ahora estamos hablando de niveles de sacudimiento bastante importantes para una ciudad como Lima”, enfatizó.
Frente a este contexto, Tavera refirió que el IGP viene trabajando en la mejora del sistema de alertas tempranas, al indicar que este emitirá avisos cuando ocurra un sismo mayor a 6.0 grados. La alerta –explicó– llega segundos antes de que las ondas símicas se sientan en una ciudad. “Primero ocurre el sismo y lo que vamos a hacer es alertar el tiempo que demoran las ondas en llegar a diferentes áreas”, concluyó.