El Instituto Geofísico del Perú (IGP) está próximo a culminar la construcción del primer radar meteorológico, hecho por manos peruanas, que alertará de la posible llegada de huaicos en un área de por lo menos 50 kilómetros de observación.
El radar permitirá monitorear la densidad y el volumen de las lluvias y lanzar con anticipación alertas de posibles crecidas de ríos y la activación de quebradas que, a su vez, anunciarían la inminente llegada de un huaico.
“Con la ayuda de este radar podríamos tener información preventiva del escenario que se podría dar por la presencia de una gran precipitación; se puede monitorear varias cuencas a la vez”, explicó a la Agencia Andina Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP.
Estos radares de gran cobertura son importados desde Australia, Alemania o Estados Unidos; sin embargo, este será el primero netamente peruano.
“Es cierto que debemos comprar algunos componentes de la estructura (armatoste) en otros países, pero todo el desarrollo de hardware que requiere este radar, al igual que el desarrollo del sistema operativo, es netamente hecho por peruanos”, comentó.
La rentabilidad que ofrece este producto peruano es notoria, ya que representa la tercera parte de su costo real en el mercado internacional. “Fuera del país, este equipo podría costar un millón y medio de dólares y, si lo hacemos nosotros mismos, llegaría a costar solo 500 mil dólares”, afirmó Tavera.
Sin embargo, la ventaja más relevante de fabricarlo nosotros mismos es el ahorro del costo de la reparación y el mantenimiento, ya que antes, si el equipo sufría algún desperfecto, se tenía que llamar al proveedor extranjero para repararlo, lo que costaba no solo dinero, sino también tiempo.
“Al ser un producto netamente peruano, nosotros estamos en la capacidad de resolver cualquier problema que se presente durante la operación”, sostuvo Tavera.
Hecho en el Perú
La idea de manufacturar nuestro propio radar empezó de la mano con los profesionales del IGP y Senamhi luego de ver los destrozos causados por el Fenómeno del Niño en el año 2017.
“Luego de ese año desastroso, los colegas de Senamhi y nosotros los del IGP tuvimos la inquietud de tratar de investigar cómo funcionan estos radares y cómo fabricarlos”, recordó.
Fue a raíz de esa “curiosidad” que los ingenieros, técnicos y demás profesionales que forman parte del IGP se dieron cuenta de que el camino para fabricar nuestro propio radar sí era posible.
Radar del IGP
Actualmente, la construcción del radar meteorológico tiene un avance del 75% y el objetivo es terminarlo en agosto próximo. El tiempo de fabricación puede durar un año o un año y dos meses. No obstante, se requiere uno de estos enormes equipos para cada región del país.
Con la ayuda de este radar, el IGP podrá recoger datos para hacer investigación, su principal función. Este trabajo de investigación será compartido con expertos del Senamhi, ya que ellos se encargan del monitoreo y de la alerta de posibles desastres naturales.
En el año 2018, el IGP tuvo un radar de estas características perteneciente a la universidad de Oklahoma, EEUU, que fue colocada en la parte alta del cerro Suche, lo que permitió observar tres cuencas importantes que abastecen de agua a Lima. Cuando el radar “hecho en Perú” esté listo, se colocará en el mismo lugar, para asegurar el abastecimiento de agua en nuestra capital.
También fabrica magnetómetros
El IGP apuesta por la autosostenibilidad. Por ello, desde hace unos años, el instituto fabrica y vende magnetómetros (aparatos que miden la intensidad y dirección de un campo magnético) a países como México y Brasil.
“El objetivo de crear toda esta tecnología es mostrar las capacidades de las instituciones peruanas como el IGP en el desarrollo de sus propias herramientas para realizar trabajos de investigación. Si no se hace investigación, no podemos tener el insumo para saber cómo enfrentar los riesgos de las lluvias por ejemplo”, comentó Tavera.
Tavera dijo que en otros países de la región andina se adquieren los radares importándolos de otros continentes y que la idea, cuando el Perú termine la construcción, es que se fabriquen nuevos equipos para convertirnos en un proveedor atractivo.
“La oferta y la demanda crecerán una vez que se sepa que el IGP tiene esta capacidad con respecto a la manufactura de radares”, finalizó.
Fuente: Andina