Ante las recientes actividades del volcán Ubinas, ubicado en Moquegua, Jersy Mariño Salazar, especialista del Observatorio Vulcanológico del Ingemmet (Instituto Geológico Minero y Metalúrgico), consideró como necesaria la reubicación de los pobladores, que aún quedan, como el anexo de Querapi, ubicado en el distrito de Ubinas, situado a solo 4 kilómetros del volcán.
“En estos momentos sería muy recomendable, ahora que el volcán ha vuelto, después de 4 años, a tener actividad y la zona está en alerta naranja, que los habitantes de Querapi sean trasladados hacia las Pampas de Jaguay-La Rinconada“, afirmó.
#ÚLTIMO | Hace minutos el volcán #Ubinas registró una nueva explosión con emisiones de cenizas que alcanzaron una altura máxima de 3500 metros sobre la cima del cráter, reporte que ha sido informado por el #Ingemmet al @COENPeru pic.twitter.com/snKSzkAfgP
— INGEMMET (@IngemmetPeru) July 6, 2023
Minaya recordó que Querapi está en un proceso de reubicación definitiva desde hace varios años a las Pampas de Jaguay, zona ubicada en las costas de la región Moquegua.
Informó que son 50 familias las que aún quedan y que la mayoría ya ha sido trasladada al nuevo lugar y por ello el Ingemmet, aprovechando la crisis actual, está recomendando culminar con el proceso de reasentamiento total del anexo.
Al hacer una evaluación de lo que está sucediendo en el volcán y el monitoreo permanente que se está realizando no solo del cráter sino de toda la zona de influencia, señaló que también se está recomendando el uso de una vía alterna para el ingreso al valle de Ubinas, ante las actividades del volcán y que pueden ser de riesgo para la población.
En entrevista a Tv Perú, precisó que se debería suspender el tránsito por la carretera, que pasa por el flanco sur del volcán y está muy cerca al cráter.
Mariño Salazar indicó que hay otras vías que están más lejos y podrían ser utilizadas como alternativa para el ingreso y salida al valle.
En otra parte de sus declaraciones, refirió que el monitoreo a las actividades del volcán son permanentes las 24 horas del día y se utilizan cámaras de video y sensores para la actividad sísmica y la emisión de gases, que fue lo que permitió que se proceda pasar a de la alerta amarilla a naranja.
Explicó que la situación que se vive en estos momentos es similar a las del 2019 y que no hay condiciones para pasar a alerta roja porque para ello tendrían que darse explosiones que expulsen cenizas que alcancen los 10 a 15 kilómetros de altura.
El vulcanólogo sostuvo luego que la ceniza tiene impacto en la agricultura, el ganado y el medio ambiente pero se pueden tomar medidas para mitigar sus efectos y los riesgos.
“Las cenizas no te matan, no generan un impacto mortal, pero si afectan la salud y el medio ambiente y, en este nivel, se pueden mitigar, es decir podemos convivir con el riesgo“, anotó.
Por último, el funcionario del Ingemmet descartó que se produzcan ríos de lava como sucede en otros lugares del planeta y que en el caso de los volcanes peruanos su erupción, es explosiva “que son más peligrosas que las de características efusivas, porque las expulsiones de las cenizas pueden alcanzar los 50,100, kilómetros incluso”.
En el otro caso, al salir la lava a manera de flujo, puede alcanzar los 4 kilómetros además que, conforme avanza se va enfriando muy cerca al cráter y puede alcanzar los 7 kilómetros, manifestó.