Por Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú
Innovar es desafiar el presente y proyectarse al futuro; es romper los cánones de lo ya establecido; es generar soluciones efectivas a nuestros desafíos; es una búsqueda constante de la calidad en nuestro trabajo; es crear las condiciones para que nuestra comunidad sea un mejor lugar para vivir.
Desde el ámbito industrial y empresarial, tenemos una gran responsabilidad para impulsar el desarrollo de la innovación en nuestro país. Ello, desde los desafíos que enfrentamos en cada actividad productiva, se verá traducido en mejores prácticas empresariales, mejores productos y servicios para los consumidores, mejores condiciones de trabajo para nuestros equipos, mejores condiciones de vida para la población, entre otros aspectos.
La minería, por su parte, presenta múltiples desafíos en la actualidad: incremento en los costos de exploración y producción, gestión ambiental, conflictos sociales, variabilidad en los precios de los metales, son algunos de los aspectos que tenemos que abordar en nuestro día a día.
Ante esta problemática, necesitamos mirar el futuro con una perspectiva diferente, buscando alternativas para mejorar nuestros sistemas de gestión a todo nivel de nuestra cadena productiva, hacer un uso más eficiente de los recursos, incrementar el valor de nuestra producción, mejorar las relaciones con el entorno, etc.
Desde esa perspectiva, desde el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), proponemos enfocarnos a trabajar con innovación en cuatro áreas de acción: operaciones y tecnología, talento y liderazgo, asociaciones, responsabilidad y transparencia.
1. Operaciones y tecnología
Con la digitalización de nuestros procesos productivos, el big data y el uso de tecnología de punta para las operaciones mineras (considerando equipos autónomos y de control remoto), la exploración y extracción se desarrollarán en un corto plazo con mayor eficiencia. Estas herramientas, además, permitirán cambiar nuestra estructura de costos y hacer nuestras minas más seguras.
2. Talento y liderazgo
Necesitamos que los nuevos profesionales de la industria minera respondan a las nuevas tendencias tecnológicas de nuestra actividad. Por ello, es necesario potenciar el trabajo conjunto entre las empresas, el Estado y la academia. Debemos apuntar a una correlación entre la oferta y demanda de profesionales del sector, tanto en número como en capacidades.
3. Asociaciones
Además, de la academia, para fines de gestión del talento e investigación, debemos fomentar asociaciones formales con las empresas fabricantes de los equipos mineros, ver con ellos que producto será más adecuado para la realidad minera nuestra, quizás la operación inteligente y remota (vehículos autónomos y eléctricos que son más eficientes en alturas y en ambientes confinados de la minería subterránea, alejando de esa manera al operador del frente de minado, que es donde radican los mayores riesgos en la industria minera.
4. Responsabilidad y transparencia
Debemos comprender que el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación han empoderado a nuestros stakeholders. Por tanto, necesitamos trabajar con transparencia y responsabilidad frente a nuestros colaboradores, accionistas, comunidades vecinas, autoridades gubernamentales, ciudadanía, medios de comunicación, etc. Ello, además, contribuye a forjar una buena reputación y confianza hacia nuestras actividades. Los reportes de sostenibilidad es una buena forma de exteriorizar nuestro trabajo.
Michael Porter, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, señala que “la innovación constituye, junto con el capital humano, uno de los principales factores que determinan las ventajas competitivas de las economías industriales avanzadas”. Desde la minería, con acciones concretas, podemos contribuir a una mejora sustancial de nuestro país en esta materia.
Fuente: Gestión