Por: Rómulo Mucho
Según la Real Academia Española, innovación es la «creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.». Quedarse sólo en la idea no es innovar. Se tiene que diseñar el producto (un bien o un servicio), hacer un análisis de costos y beneficios económicos, buscar y conseguir el financiamiento, ejecutar la idea, colocarlo en el mercado y obtener utilidades. Cuando todo este ciclo se cierra, recién se puede decir que un bien o servicio creado o modificado, es una innovación. Son muchos los factores que lleva a una persona u organización, a desarrollar productos innovadores, por ejemplo la pandemia del Covid-19 ha puesto en aprietos a la minería y ha tenido que acelerar los procesos de innovación para ser competitivo y tratar de recuperar la producción perdida debido a la paralización por el confinamiento decretado por el gobierno. En minería podemos citar otros factores que llevan a la innovación; (1) el carácter no renovable de los recursos que se extraen y el consecuente agotamiento de los recursos (2) las demandas cada vez más exigentes de la sociedad en cuanto al aporte en el desarrollo local (3) la automatización y digitalización para enfrentar costos y contenidos metálicos cada vez menores (4) mirada holística y cambio de discurso para mejorar reputación y (5) convertir la minería convencional en minería climática, porque los metales son esenciales también para la lucha contra el cambio climático.
Cálculos realizados en el 2012 nos indicaban que los recursos naturales ya son escasos, su uso está excediendo la capacidad regenerativa que poseen. En el caso de los recursos naturales no renovables, las reservas mundiales (en años de producción) de los principales metales son las siguientes: Cu(25), Fe(48), Pb(19), Zn(15), Ag(12), Au(15). Esto porque se ha incrementado el consumo de estos y otros metales de manera casi exponencial. El ejemplo del cobre puede ser muy ilustrativo: desde 1900 hasta el 2008, se ha consumido 608 millones de toneladas y desde el 2009 hasta el 2030 se consumirán un estimado de 680 millones de toneladas, es decir que en 31 años se consumirá más cobre que lo que se ha consumido en 108 años, siendo China hoy, el gran consumidor global de metales en los siguientes porcentajes; en aluminio 56%, cobre 53%, níquel 47%, zinc 46%, plomo 44%, entre otros. En el caso del cobre, que es el metal que rige la salud económica de los países productores de este metal, se debe agregar la disminución del contenido metálico (leyes) de los yacimientos: entre 1985 y tiempos actuales, la ley de cobre ha bajado en promedio en una mitad (de 0,95% a 0,50%). Según el Panel Internacional de Recursos del PNUMA, se indica que en el año 2010 se calculó que a nivel global se han utilizado 70,000 millones de toneladas de materias primas, esta cantidad es 1/3 mayor que la consumida en el 2000 y el doble de la consumida en 1970. Para el 2050 con 9 mil millones de habitantes, se estima que se requerirán 180,000 millones de toneladas. El consumo per cápita de recursos naturales o huella de consumo de materiales por año se encuentra en el orden de; 20 a 25 toneladas en Europa y Norteamérica, 15 toneladas en China, 10 toneladas en América Latina, el reto es reducir el uso cada vez mayor de estos recursos en el futuro, en el imperativo de una política ambiental moderna, muy esencial para la prosperidad humana en un entorno natural saludable.
Encontrar nuevos recursos minerales significa hoy un mayor costo, pero gracias a la tecnología es posible localizar nuevos yacimientos minerales en sitios más remotos e inaccesibles, la exploración y puesta en producción tienen mayores retos geográficos y ambientales. El desarrollo de nuevas tecnologías está haciendo posible la viabilidad económica de muchos proyectos mineros, la innovación se viene dando en; exploración, minado, procesamiento de minerales, fundición, refinación y despacho a los destinos de consumo. En los últimos años han aparecido y aparecerán muchos retos para la industria minera, hemos tenido tiempos buenos y malos en demanda y precio de los metales. No solo subieron los precios, también los costos, esto ha propiciado que los márgenes de operación sean ajustados, por lo que varios proyectos tienen bajos retornos de capital o quizá ya no ser viables. Ya no se puede seguir produciendo a cualquier precio como se podía hacer antes, las soluciones del pasado contra los tiempos malos no son las más adecuadas ahora. El uso de la innovación y disrupción tecnológica, no es solo para optimizar una operación, sino para hacer eficiente la cadena de valor y la cadena de suministro, eso significa también ir avanzando en el valor añadido que debemos darle a nuestras materias primas. La industria minera debe mirar a otras industrias para adoptar soluciones a sus actuales problemas, el manejo de información en tiempo real en la industria manufacturera es un ejemplo que se puede seguir. La introducción y desarrollo de la automatización, digitalización, inteligencia artificial son un gran aporte a este objetivo. La información en tiempo real posibilita una rápida toma de decisiones alineada al dinamismo empresarial. La crisis del Covid-19 nos obliga a ser inteligentes cada vez más rápido, y como se sabe, toda crisis genera oportunidades siempre.