El aparato es pequeño y tiene la forma de un tubo de ensayo. Se coloca (enrosca) en una botella de plástico, ya sea de gaseosa o agua, que deberá estar llena del agua a tratar, que puede ser de un lago, río o cualquier cuerpo de agua dulce. Por último, se deberá presionar la botella para beber directamente de ella o verterla en otro envase, para cualquier otro fin.
“El dispositivo quita sedimentos y turbidez. Tiene unos poros de 0.1 a 0.2 micras que remueve bacterias. La ventaja de esto es que te asegura que el agua está descontaminada microbiológicamente, y le cambia también el aspecto, aunque esto sucede en situaciones muy extremas, como agua de lugares en África, por ejemplo”, señala Mauricio Córdova a la Agencia Andina, desde Barcelona, España.
La membrana que contiene los poros está fabricada de plástico, por lo que tiene una vida útil bastante larga, dependiendo del tipo de agua. Córdova afirma que el dispositivo Faircap puede durar hasta 2,000 litros, aunque lo recomendable es no pasar de 1,000 litros.
En cuanto a los niveles de descontaminación, Córdova señala que el dispositivo tiene un alto porcentaje de remoción de bacterias, quistes, protozoos y microorganismos de mayor tamaño (cercano al 99.99%). Incluso, fue probado con agua altamente contaminada del río Chili, ubicado en Arequipa, y testeado en la Universidad de Barcelona, Universidad Católica Santa María de Arequipa y laboratorios privados de Suiza.
En beneficio de poblaciones vulnerables
Según explica Córdova, el proyecto surgió a partir de una experiencia personal. “Esto nació por una experiencia que tuve en la selva de Tambopata, en Perú, justamente visitando un proyecto de reforestación. Allí nos dimos cuenta que no se podía beber el agua directamente de los ríos”, sostiene.
A pesar de que el objetivo es beneficiar, principalmente, a poblaciones vulnerables, no se descarta su uso en situaciones de emergencia humanitaria. Sin embargo, para sustentar el proyecto, el dispositivo también es ofrecido al público en general, quien lo puede adquirir en tiendas de Promart gracias a una alianza con la empresa. “El formato que hemos enviado a Perú viene con una botella flexible con capacidad de hasta 800 mililitros… Lo pueden adquirir personas que hacen campamentos, excursiones, deportes de aventura o personas que viven en ciudades, donde no puedes beber el agua directamente del grifo”, explica Córdova.
Asimismo, la startup cuenta con toda una línea de dispositivos similares, orientados a la purificación de agua para hogares y situaciones particulares.
Premios y distribución
En 2019, Faircap ganó el Solve’s Healthy Cities Challenge, un concurso de financiamiento organizado por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). En total, la startup recibió US$ 85 mil dólares para continuar su investigación y expansión.
Su impacto ha sido tal que el dispositivo ha sido entregado a cerca de 55 mil familias, estima Córdova. “Comercialmente, en Europa y Estados Unidos, lo vendemos por Amazon. En Perú, a través de Promart. A nivel humanitario, se ha distribuido a través de Unicef casi 7,000 filtros en Honduras, Colombia y Perú. Con Acción contra el Hambre hemos emprendido un proyecto en cinco países de África: Somalia, Mauritania, Níger, Mali y Sudán; para abastecer a 3,000 familias”, revela.
En ese sentido, Promart anunció la próxima donación de 700 dispositivos purificadores Faircap a Unicef, en beneficio de familias en situación vulnerable en Tumbes, con lo que se espera llegar a más de 20 mil personas. “Sabemos que la problemática en torno al acceso de agua potable es bastante compleja en nuestro país y el mundo, pero estamos convencidos de que estas iniciativas son necesarias para apoyar, sobre todo, a las poblaciones más vulnerables”, señaló Hernán Ortíz, gerente divisional de la empresa.
Finalmente, Córdova -que trabajó anteriormente haciendo investigación de mercado en Alemania- destaca su interés por la tecnología, a pesar de ser economista. “Siempre me ha gustado la tecnología y cómo esta se puede utilizar para resolver problemas. Siendo economista sabes que la educación, la salud y las condiciones de vida básicas son muy importantes para el desarrollo económico del país”.
Fuente: Andina