El banco de desarrollo de América Latina (CAF) estimó esta cifra para la región y teniendo en cuenta los próximos diez años. Sectores de transporte y telecomunicaciones son los que más acumulan.

La inversión en infraestructura para el desarrollo en América Latina es hoy un tema de discusión. Las oportunidades identificadas para la próxima década ascienden a US$4.500 miles de millones. Y solo en los sectores de transporte y telecomunicaciones existe un conjunto de proyectos y programas a ejecutarse en la la siguiente década, conformado por 22 iniciativas, cuyo monto acumulado de inversión suma US$117.850 millones.

Otra gran oportunidad de inversión son los 409 proyectos por ejecutar de la cartera de integración de infraestructura en América del Sur, por un total de US$150.405 millones en los sectores transporte, telecomunicaciones y energía. Además, hacia 2040 se estima que en dos sectores clave, como el portuario y aeroportuario, la región tendría la necesidad de invertir US$55.000 millones y US$53.000 millones, respectivamente.

En este sentido, CAF -banco de desarrollo de América Latina- realizó en Madrid la Conferencia CAF: Infraestructura para la Integración de América Latina, donde ministros de Economía, Finanzas y de Planificación, representantes del sector privado y expertos de América Latina y España, analizaron las oportunidades en el desarrollo de infraestructura y el enfoque de corredores logísticos, los desafíos y oportunidades de financiamiento de proyectos y programas de inversión prioritarios.

El presidente ejecutivo de CAF, Luis Carranza, señaló que “las brechas en infraestructuras que existen hoy en la región, desde agua y electricidad, a transporte, logística y telecomunicaciones, son sectores donde se debe duplicar la inversión sobre PIB, si queremos converger con los países líderes en Asia y Europa”.

Subrayó también que “las infraestructuras son un elemento dinamizador del crecimiento económico, a través de la mejora de la productividad y como consolidación del desarrollo social, a través de la reducción de la pobreza y la consolidación de la clase media; y esa es la gran apuesta de CAF”.

CORREDORES DE INTEGRACIÓN

Actualmente, existe una apuesta global por la funcionalidad de los corredores de integración, con un enfoque centrado en desempeño logístico sistémico, aplicación avanzada de nuevas tecnologías e innovación. Estos han permitido generar soluciones eficientes en Canadá y países de Asia Central, por mencionar algunos.

En este sentido, el CAF prouso un trabajo focalizado en Corredores Logísticos de Integración (CLI), que puede ser el gran dinamizador de la integración física y funcional de la infraestructura con el objetivo de impulsar la competitividad de los países de América Latina.

Para ello, es necesario propiciar un salto evolutivo en el entendimiento de la agenda de infraestructura de integración regional, transitando desde un “paradigma unidimensional” centrado en integración física, hacia un “paradigma multidimensional” de integración física y funcional.

Este enfoque funcional, a su vez, debe englobar intervenciones sistémicas —infraestructura, servicios, gobernanza— sobre CLI que articulen diversos ámbitos de desarrollo como clústeres productivos, ejes de interconexión, pasos fronterizos, áreas metropolitanas o puertos, entre otros.

La secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa de España, Ana de la Cueva, puso su manifiesto de la importancia de construir alianzas público privadas que permitan optimizar los recursos para hacer frente a la creciente demanda de infraestructuras. “Es necesario que el enfoque tradicional de financiación se complemente con la movilización de capital privado”, recalcó.

Asimismo, de la Cueva destacó el papel de las empresas españolas en el desarrollo de infraestructuras en Latinoamérica señalando que “es indudable que las inversiones de las empresas españolas junto con las de instituciones financieras multilaterales como CAF han conseguido cerrar la brecha vertical en infraestructuras en la región, con el consiguiente impacto positivo en el bienestar económico y social”.

Por su parte, Pedro Grados, presidente del Directorio de la Corporación Financiera de Desarrollo del Perú (COFIDE), sostuvo que se debe hacer un planteamiento de la situación desde el punto de vista estructural y coyuntural, a la hora de abordar medidas para cerrar la brecha en infraestructuras.

“En el caso del Perú, la macroeconomía está ordenada y es de las más estables del mundo, algo necesario para crecer en infraestructuras que precisa estabilidad para lograr financiación y recursos para realizar los proyectos. Además, en necesario conseguir aceptación social y mantener el respeto medioambiental”, manifestó.