Proyectos destacados en cobre
Entre los desarrollos más importantes se encuentra la Reposición Antamina en Áncash, con una inversión de US$ 2,000 millones, que extenderá la vida útil de la mina hasta 2036. Esta iniciativa, liderada por un consorcio de empresas como BHP Billiton y Glencore, comenzará su construcción a mediados de 2025.
En Arequipa, Tía María iniciará obras con una inversión de US$ 1,800 millones y se espera que produzca 120,000 toneladas anuales de cobre a partir de 2027. Por su parte, el proyecto Zafranal en la misma región requerirá US$ 1,263 millones, proyectando una producción inicial de 128,000 toneladas anuales en sus primeros cinco años.
En Apurímac, Las Bambas continuará su desarrollo en el tajo Chalcobamba con nuevas fases de construcción, mientras que Cerro Verde invertirá más de US$ 300 millones en sostenimiento de sus operaciones.
Proyectos en oro y plata
En el segmento aurífero, el proyecto San Gabriel en Moquegua, liderado por Buenaventura, producirá su primera barra de oro en 2025, respaldado por una inversión de US$ 650 millones. Este yacimiento cuenta con reservas de 1.9 millones de onzas de oro.
En Cajamarca, Tantahuatay Sulfuros recibirá entre US$ 600 y US$ 700 millones para desarrollar su capacidad de extracción de oro, plata y cobre. Mientras tanto, el proyecto Corani en Puno, gestionado por Bear Creek Mining, comenzará su construcción en el segundo semestre de 2025, consolidándose como uno de los desarrollos de plata más grandes del mundo.
Innovación en el sector minero
Además de la producción de minerales, las empresas están apostando por la sostenibilidad y la diversificación energética. Yura, por ejemplo, iniciará operaciones de una planta de energía solar en Arequipa, que permitirá el desarrollo de hidrógeno verde para autoconsumo. Esta iniciativa, con una inversión de US$ 22 millones, posiciona a Perú como un referente en el uso de energías limpias.
Por otro lado, empresas como Anglo American planean optimizar la producción en Quellaveco (Moquegua) mediante la expansión y modernización de sus operaciones.
El impacto económico y social
Los nuevos proyectos mineros no solo contribuirán al crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del Perú, sino que también generarán empleo y dinamizarán economías locales. Según el Instituto Peruano de Economía, las inversiones previstas en 2025 consolidarán a Perú como líder en producción de cobre y otros minerales estratégicos.
La reactivación minera también fomentará el desarrollo de infraestructura, como carreteras y plantas de procesamiento, beneficiando tanto a las comunidades locales como a la industria extractiva.