La producción de petróleo de Estados Unidos ha superado los 10 millones de barriles diarios, acercándose al récord establecido en 1970, pero muchos inversores de las compañías que impulsan la revolución del petróleo de esquisto aún están esperando a que llegue el día de cosechar beneficios.
Los productores de “shale” o hidrocarburos no convencionales han gastado miles de millones de dólares en la extracción de más petróleo y gas, acabando con décadas de descensos en la producción y redibujando el mapa comercial de la energía mundial.
Sin embargo, muchos de ellos siguen sin ser rentables con el aumento de producción, frustrando a sus promotores financieros.
La paciencia de Wall Street se agotó a finales del año pasado y los inversores pidieron a los productores más dividendos y recompras de acciones.
“‘Dennos algo de dinero, por favor’. Es lo que han dicho los inversores”, dijo Anoop Poddar, socio del grupo de capital privado Energy Ventures.
Y estas exigencias pecuniarias siguen siendo tema de debate en el sector en un momento en que los precios del petróleo han escalado a máximos de cuatro años. Que los inversores exijan retornos inmediatos podría forzar a las empresas a frenar una expansión que, a la larga, ofrecería una mayor rentabilidad si los precios del crudo siguen subiendo.
Por el momento, la cotización en bolsa de los productores de “shale” todavía tiene que recuperarse del colapso de los precios acontecido en el 2014, cuando muchos inversores tuvieron que asumir pérdidas, centenares de compañías quebraron y las que sobrevivieron sufrieron muchos problemas.
El sector energético se ha quedado rezagado en el “rally” que llevó a la bolsa neoyorquina a niveles récord. El índice de energía del S&P 500 sigue a casi un tercio del máximo alcanzado a mediados del 2014, cuando los precios del petróleo, superaron los US$ 100 por barril. El más amplio de S&P 500 ha subido 39% en el mismo período.
Un análisis de Reuters sobre los dividendos anunciados por empresas de petróleo no convencional muestran disparidad en cómo estas reaccionan a la mayor presión de los inversores y en su reflejo en bolsa.
Este año, cinco de los 15 mayores grupos independientes de “shale” comenzaron a pagar o subieron sus dividendos trimestrales, mientras que seis siguen sin haberlo pagado nunca o no han revertido los recortes realizados desde el derrumbe de precios del 2014.
Empresas como Anadarko Petroleum Corp o Pioneer Natural Resources Co reaccionaron con alzas de 4% a mejorías de la retribución a sus accionistas.
Sin embargo, las que se han resistido a hacerlo han perdido valor en el mercado bursátil. De las seis, cuatro -Cimarex Energy Co, Devon Energy Corp, Parsley Energy Inc y Noble Energy Inc- han perdido al menos 19% en los últimos doce meses.
Sólo una, Continental Resources Inc, cotiza por encima del valor de hace un año. Cuatro productores, entre ellos Hess Corp, mantuvieron los dividendos estables durante la crisis.
Fuente: Reuters