Diego Macera - IPE

Diego Macera, gerente general del IPE (Foto: GEC)

ProActivoDiego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía IPE, destacó el fuerte impacto que tiene la minería, desde un punto de vista económico, sobre la actividad productiva del Perú, en especial cuando empiezan proyectos de gran envergadura. Reveló también que en un reciente estudio del IPE, son muy positivas las proyecciones económicas de poner en marcha la cartera de proyectos mineros que tiene el país.

Macera apreció que Perú posee un gran futuro a nivel minero por ser un país polimetálico con importantes yacimientos y un potencial muy grande a nivel global y de la región.

“En cobre estamos en segundo puesto detrás de Chile, en oro el primer puesto en la región y octavo en el mundo. Muchos otros países mineros tienen principalmente un solo mineral y esto les agrega un riesgo adicional cuando los precios fluctúan. Perú tiene la ventaja de poder suavizar algunas de las fluctuaciones de precios, a partir de esta canasta diversificada de metales. Hay que seguir buscando nuevas opciones como el litio y otros nuevos productos que no son aprovechados por temas burocráticos o de competitividad”, afirmó el economista.

Grandes proyectos mineros mueven la economía nacional

El gerente general del IPE manifestó que “la contribución de la minería al crecimiento del PBI es importante. En el 2015 y 2016 fue de 1.2% y 1.8%, respectivamente”, debido al significativo aporte por la Ampliación de Cerro Verde y la puesta en operación de Las Bambas.

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“En el 2020 fue de apenas 0.3% por la pandemia y la suspensión de actividades entre abril y mayo de ese año. Los proyectos grandes sí mueven la aguja cuando arrancan actividades y también cuando están en fase de construcción”, agregó.

A ello se debe, señaló, que la estructura de exportaciones del país está fuertemente puesta en el sector minero. Entre el 2011 y 2020 casi el 60% de las exportaciones fueron productos mineros, y de eso, casi la mitad es cobre y un tercio es oro. “Es muy importante tratar de empujar nuevos proyectos a todo nivel, especialmente de exploración en la cartera de oro”, recomendó.

Empleo y diversificación productiva

Macera recapituló la importancia del sector minero para la generación de empleo en las zonas donde operan y destacó que es descentralizada y descentralizadora.

“Estimamos que por cada empleo creado en la minería, se generan otros 8 empleos en transporte, manufactura, y otros. Son 8 familias en mejor situación gracias a la actividad minera que funge de motor de la actividad productiva regional. La minería se conecta con toda la economía; necesita insumos, productos y servicios. El impacto indirecto se da en proveedores que componen el consumo intermedio. La pueden usar para comprar en el mercado, pagar gasolina, vivienda; cualquier consumo es parte de esta bola que empieza con la minería”, refirió.

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Afirmó que los nuevos proyectos mineros tuvieron como efecto el encadenamiento productivo, y que cerca del 90% del empleo generado impulsa a otros sectores. “La actividad minera debería ser uno de los motores centrales de la diversificación productiva; y con los precios actuales, consolidarse como una palanca fundamental para el desarrollo del Perú en su proceso de recuperación luego de la crisis económica. Tiene todo el potencial para hacerlo”, sugirió.

Recaudación y proyecciones

La minería es una de las actividades que más aporta a la recaudación fiscal. Macera ilustró que el régimen tributario peruano se ubica 3.8 puntos porcentuales por encima del promedio de los principales países mineros y las empresas mineras peruanas enfrentan una carga fiscal equivalente al 47.07%.

Detalló que la tasa de Impuesto a la Renta de Perú se encuentra en el rango. En Perú es de 29.5%, casi lo mismo que Chile, México y Australia, mientras que Brasil está en 34%.

“En los últimos 10 años representó cerca del 16% de la recaudación de los impuestos provenientes de las empresas. La participación del sector minero en el PBI es de 8.7%. Es decir, el aporte de la minería en recaudación es más que proporcional a su producción”, valoró.

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Explicó que el IPE evaluó por encargo de la SNMPE cuál es el impacto de la potencial puesta en operación de los proyectos que están en la cartera del Ministerio de Energía y Minas (MINEM)”.

Al respecto dijo que para el estudio dividieron la cartera en dos grupos con el cuestionamiento de ¿qué pasaría si se ponen en operación? “Un primer bloque (Grupo 1) de la cartera son proyectos con fase de inicio, cuyo monto de inversión asciende a US$ 16 mil millones. El Grupo 2, más grueso, está compuesto por aquellos proyectos sin fecha de inicio, según el MINEM y cuyo monto total de inversión asciende a US$ 37 mil millones”, señaló.

Pormenorizó que bajo un supuesto de precios, muy conservador -estimaron con el precio promedio de la década del 2010 al 2020- para el cálculo del valor de la producción de los proyectos mineros, “si se pusiese en producción los proyectos del Grupo 1 (15), aportarían un extra en producción anual de S/ 35 mil millones (sobre lo que se tenía); y el grupo 2, unos S/ 76 mil millones adicionales”.

Con lo cual, el gerente general del IPE, recalcó: “entre ambos grupos, hablamos de algo cercano a los S/ 110 mil millones. Es decir, más que duplica el valor de la producción en el año 2019, de prepandemia”.