El vicepresidente senior de Moody’s Investors Service, Jaime Reusche, analiza el manejo económico de los primeros siete meses de Gobierno y espera un crecimiento relativamente lento este año por los vaivenes políticos.
¿A siete meses de iniciado el gobierno de Pedro Castillo, aún continúan las preocupaciones de los inversionistas?
Han sido siete meses bastante tumultuosos, por así decirlo, en los cuales hemos tenido bastantes cambios de gabinete y muy poca, al parecer, continuidad de políticas públicas.
Creo que al comienzo la retórica de campaña del mensaje de inauguración del Gobierno fue bastante negativo para el sentimiento de los inversionistas, tanto extranjeros como locales. Por supuesto, la volatilidad política no ha ayudado en nada.
No obstante, conforme ha ido pasando el tiempo no hemos visto que se hayan concretado muchas de estas propuestas más radicales del Gobierno.
Entonces, los inversionistas se han ido poniendo un poco más cómodos con este ruido político. Si bien siguen aún cautos y con mucha expectativa, por lo menos ya no se tiene el pánico o el temor que había al comienzo.
¿Cómo calificaría el manejo económico de este Gobierno?
En general el manejo económico ha estado prácticamente en piloto automático debido a que no se han concretado políticas públicas muy distintas a las que ya se tenían antes de que entrase este Gobierno.
Ello, en parte, es por la inhabilidad que tiene de poder ejecutar su agenda de propuestas económicas.
Por ello, la economía marcha relativamente bien en el sentido de que no hay hasta el momento mucha intromisión del Gobierno, pese a que ha tratado de sobre regular muchos sectores y que, por supuesto, no tiene un mensaje para nada conciliador con el sector privado.
¿Cuánto más podría el país aguantar este piloto automático?
Es una excelente pregunta porque en realidad en este momento se espera un crecimiento relativamente lento para este año, reflejo, por supuesto, de todo este vaivén político que tenemos.
Además, que se ve reflejado en la contracción de la inversión pública de estos primeros meses y que probablemente siga cayendo hacia finales del 2022 por las elecciones sub-nacionales que se tienen.
Entonces, ahí va a haber un impulso fiscal negativo que también va a pesar sobre la actividad económica y la confianza que esta pueda generar. Veo, además, a un sector privado que se mantendrá más o menos a la deriva.
Sin embargo, tenemos un tipo de cambio que está por debajo de los S/ 4.00. ¿Qué refleja esto?
El tema del tipo de cambio fortaleciéndose ha sido un reflejo de que los inversionistas tal vez ya están un poco más tranquilos.
Sigue habiendo un tipo de cambio ligeramente por encima del nivel del tipo de cambio de equilibrio que todavía demuestra algo de nerviosismo, pero no a los niveles de más de S/ 4.00 que se veía el año pasado.
Pero, los agentes económicos están a la expectativa de ver qué es lo que va pasar con el voto de confianza que el Gobierno pedirá el próximo 8 de marzo y ver hacia dónde van las políticas públicas.
En cierta forma se esperaría más de continuidad por parte de la agenda de políticas económicas porque se tiene en el Ministerio de Economía y Finanzas a un ministro relativamente técnico.
¿Moody’s está evaluando reducir nuevamente la calificación a Perú?
El año pasado redujimos la calificación de Perú de A3 a Baa1 con perspectiva estable y lo que se debatió en su momento es si esta perspectiva debió ser estable o negativa.
Se pensó en reevaluar la perspectiva cuando veíamos tanta volatilidad política, pero lo cierto es que tenemos resultados favorables tanto en materia económica como en materia fiscal, en parte por el hecho de que el Gobierno no ha podido implementar muchas de las medidas que traía consigo cuando asumió.
Entonces, tenemos una economía saludable que rebota de manera favorable. Tenemos unas cuentas fiscales que se están ajustando fuertemente y que, probablemente, se siga reduciendo la brecha de déficit que se tiene en las cuentas públicas, lo cual es relativamente saludable desde el punto de vista de los fundamentos.
Todo ello le ha quitado algo de presión a la perspectiva estable que tenemos en la calificación. No vemos, por el momento, nada que indique que amerite un cambio de perspectiva o calificación a despecho que todavía continúan las preocupaciones por lo que pase en la parte política.
Sin embargo, según el BCRP, en el 2021 hubo una fuga de capitales en torno a los US $16.000 millones. ¿Si esto continúa el 2022 de qué manera nos afecta?
Sin lugar a duda, le resta impulso a la inversión, sobre todo a la inversión privada si es que continúa esta fuga. Sin embargo, parece que ya esta fuga de capitales se va aminorando.
Ya no vemos el mismo el ritmo de salida de los inversionistas peruanos y extranjeros del 2021. Ahora creo que estamos pasando de ese ambiente de pánico a un ambiente de una frágil calma y una muy cauta posición que están tomando los inversionistas.
Si bien es muy improbable que el dinero no regrese al país, por el momento por lo menos ya se está encontrando una suerte de equilibrio que nos dice que no hay tantas presiones de salida de capital, lo cual es positivo.
Según Bloomberg, Perú desplazó a Chile como la economía más estable de Latinoamérica …
El índice de Bloomberg es un promedio donde se evaluó el desempeño económico del año pasado que fue muy bueno porque hubo un gran rebote ayudado por los precios internacionales de las materias primas y por la demanda externa que estaba bastante robusta, y, por supuesto, también toma la evaluación de lo que está pasando en la parte política donde salimos bastante mal.
En general es un índice que en realidad no se sigue tanto y es bastante volátil. Si bien podemos decir que la foto está como la vemos ahora donde hemos desplazado a Chile como la economía más estable en unos meses pueda que cambie nuevamente.
No es un índice muy estable ya que tiende a capturar el momento económico. Yo creo que las perspectivas que tiene el índice va a variar y no va ser tan favorable en unos meses.
Fuente: La Cámara (CCL)