El presidente ejecutivo de Rio Tinto, Jakob Stausholm, que en sus cuatro años y medio de mandato supervisó una gran apuesta por el litio y una revisión cultural en una empresa fuertemente criticada por la toxicidad en el lugar de trabajo, dejará su cargo, dijo la minera el jueves por sorpresa a los inversores.
En un comunicado al mercado, la empresa se limitó a decir que Stausholm dejará el cargo a fines de año, una vez concluya el proceso de sucesión que ya está en marcha. No dio más detalles.
La mayor minera de hierro del mundo nombró a Stausholm como su máximo responsable a fines de 2020, mientras lidiaba con la angustia legal, pública y de los inversores por la destrucción de los antiguos abrigos rocosos de Juukan Gorge, en Australia, que llevó a la destitución de su anterior presidente ejecutivo.
Una de las primeras medidas de Stausholm fue encargar un informe sobre la cultura laboral de la empresa, que en 2022 puso de manifiesto incidentes generalizados de intimidación, acoso y racismo.
Durante su mandato, el grupo también prometió un fuerte giro hacia la lucha contra el cambio climático, comprometiéndose a lograr un rendimiento “ESG (ambiental, social y de gobernanza, por sus siglas en inglés) impecable”.
“Esta noticia es una gran sorpresa y, en nuestra opinión, no se esperaba”, dijo Richard Hatch, analista de Berenberg. “La empresa no ha dado ninguna razón clara para su marcha, aparte de afirmar que ahora es ‘un momento natural’ para nombrar a un sucesor, pero a nosotros no nos parece tan natural”.
Bajo el mandato de Stausholm, Rio hizo una gran apuesta por el litio, metal para baterías, con su proyecto Rincón en Argentina, la adquisición por 6.700 millones de dólares de la estadounidense Arcadium Lithium y una inversión de 900 millones en el proyecto de litio Maricunga de Codelco.
“Esperábamos que Stausholm permaneciera en la empresa e impulsara la integración del negocio del litio, por lo que su salida es una sorpresa”, dijo Hatch.
Fuente: Reuters