El costo de la electricidad ha sido por años una de las fortalezas del sector minero peruano frente a otros países. Con una matriz donde predominan las hidroeléctricas y el gas natural (entre 50% y 45%, aproximadamente), los costos han sido más bajos que al utilizar diesel, pero las energías renovables no convencionales aún no logran tener un lugar. Juan Coronado, presidente de la Sociedad Peruana de Energías Renovables, considera que estas últimas deberían tener más participación, no solamente para reducir las emisiones de carbono, sino también para soportar los costos del crecimiento que se viene.
¿Por qué considera que la energía se encarecerá en los próximos años?
A partir del 2021 o 2022, la demanda eléctrica no va a poder ser cubierta por generación eficiente y vamos a tener que utilizar petróleo. Al utilizar petróleo, la tarifa va a subir dos o tres veces para la gente común y corriente o cliente libre. Con la proyección de crecimiento, que esperamos que sea mucho mejor, vamos a requerir más energía. Lo que tenemos instalado no va a alcanzar para cubrir la demanda y tendremos que usar unidades de reserva o de petróleo.
¿A qué se refiere con generación eficiente?
Se habla de una sobreoferta en la generación, pero muchas veces se confunde porque se mezcla la generación eficiente o barata con la cara, que es de petróleo. Actualmente, tenemos una reserva de alrededor de 40%, esto se siente más en el estiaje, cuando las hidroeléctricas producen menos.
¿Cómo estamos actualmente?
El año pasado se utilizó hasta un 3% o 4% de petróleo para atender la demanda nacional. Actualmente hay una generación eficiente de 7 mil a 7200 MWh. La reserva está alrededor del 40% a 45% sobre la generación eficiente; hoy tenemos suficiente generación eficiente.
De la reserva actual, ¿cuánto es de petróleo y cuánto de hidroeléctrica?
Actualmente hay como 4 mil MWh de petróleo y unos 7500 o 7800 de otras fuentes, como las hidroeléctricas.
O sea, ¿casi el 50% de la reserva es energía cara?
Claro. Eso está pensado para usarlo solo en casos de emergencia, pero ya vemos que en el 2017 hemos utilizado entre 4% y 5% para cubrir la demanda nacional, y este año será similar.
¿Qué es lo recomendable?
Un sistema sano debe tener entre 30% y 35% de reserva. Sin embargo, hay países como Chile que tienen entre 70% y 80%. Antes, Perú tenía la bandera de tener la energía más barata; hoy eso está desapareciendo. Los chilenos no solo están imprimiendo bajos precios de energía, sino además una huella de carbono cero que se firma por contrato entre mineras y parques eólicos o solares.
¿La energía en comparación con Chile ya es menos competitiva en el sector minero?
El coste de energía del país, actualmente, es muy similar a Chile. El tema es que en el sistema eléctrico hay una distorsión que ha permitido que algunas compañías mineras se beneficien de precios muy bajos de electricidad, y esto no es sostenible.
¿Por qué todavía no se ven estos aumentos?
El día de hoy hay una distorsión de precios por la sobreproducción de las termoeléctricas de gas gracias a normativas que las favorecen. Las compañías mineras han podido aprovechar porque se les está vendiendo la energía muy barata, pero eso no es sostenible. Esto volverá a la normalidad en el 2021 o 2022, cuando la demanda haya crecido lo suficiente. En ese momento, las tarifas subirán a más de lo que hoy tiene Chile.
¿Qué hay que hacer?
Un plan de fomento de renovables, que ingresen proyectos solares, eólicos y geotermia para que haya un mix sostenible en el tiempo, porque el petróleo o el gas tienen una volatilidad de precio que hace que sea complicado proyectar en el largo plazo, por ejemplo, qué tan competitiva será nuestra minería.
Fuente: Correo