La pandemia del Covid-19 ha permitido a la industria minera destacar y fortalecer su papel como catalizador del desarrollo social en las zonas donde opera, afirmó Juan Luis Kruger, CEO de Minsur. El ejecutivo participó en un panel en línea del International Council on Mining and Metals (ICMM) sobre lo que la industria minera ha aprendido de Covid-19.
Asimismo, participaron el CEO de Anglo American Mark Cutifani y la CEO del Consejo de Minerales de Australia Tania Constable también participaron en la conversación, que fue dirigida por el CEO del ICMM Tom Butler.
“Trabajamos en comunidades rurales muy remotas donde el gobierno básicamente no está presente y creo que el papel de la industria minera en la asistencia a estas comunidades y la protección de la gente de la pandemia de Covid ha sido fundamental. Realmente ha reforzado el papel que desempeñamos como industria, teniendo una capacidad muy fuerte para impactar positivamente y crear valor compartido en las áreas donde operamos”, dijo Kruger.
“Esta situación nos ha llevado al límite en la ruptura de muchos paradigmas operacionales, obligándonos a ser mucho más flexibles y eficientes; pensando verdaderamente fuera de la caja y reaprendiendo para mantener nuestros negocios en funcionamiento”, agregó.
“La migración para trabajar a distancia desde el hogar, no sólo administrativamente sino también en actividades técnicas, ha sido notable. También ha sido notable la capacidad de adaptar nuestra organización, cambiando el modelo operativo y migrando a una estructura de tipo ágil, desplegando los recursos de acuerdo con los nuevos requisitos y prioridades de la empresa durante la pandemia. Como resultado, creo que la industria minera ha sido la primera en reanudar sus actividades en Perú y Brasil, y actualmente está operando casi a los niveles anteriores a la pandemia. Esto ha requerido un cambio significativo en la cultura, donde vamos básicamente en contra de la naturaleza humana, especialmente en América Latina, donde queremos estar muy cerca unos de otros. Cambiar eso implementando el distanciamiento social y la importación de protocolos ha sido un desafío muy difícil en términos de cambio cultural. Cambiar una cultura a veces lleva años, pero en este caso sólo fueron unas pocas semanas”, indicó.
“Nos dimos cuenta muy pronto de que las operaciones sanas requieren comunidades sanas, por lo que tenemos todos los protocolos en marcha”, añadió.
Fuente: Mining Weekly