Julia Torreblanca

Julia Torreblanca, Vicepresidente de Asuntos Corporativos de Cerro Verde, señala que ante la difícil situación provocada por el COVID-19, Cerro Verde continúa fortaleciendo el sector Salud en Arequipa y realiza distintas acciones que permitan una mejor atención de las personas afectadas.

¿Por qué considera importante promocionar la minería en las regiones; así como viene realizando Rumbo a PERUMIN?

Consideramos que es importante difundir que la minería responsable tiene beneficios directos sobre el crecimiento económico del Perú y la mejora de la calidad de vida de la población. Asimismo, pensamos que es necesario esclarecer algunos mitos sobre la actividad extractiva, explicando, por ejemplo, que la minería sí puede convivir con la agricultura y aportar a su desarrollo, tal como se ha venido haciendo en Arequipa con una gestión integrada de recursos hídricos. 

En ese sentido, creemos que es necesario también destacar las cifras incluidas en un reciente estudio elaborado por el Centro para la Competitividad y Desarrollo (CCD) y el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), en el que se indica que el 52% de la población en las regiones mineras del sur se benefician con el desarrollo de esta actividad, a través de la generación de empleo; información que permite visibilizar, ante distintas audiencias claves, el aporte real que brinda la minería en esta difícil coyuntura sanitaria y de reactivación económica.

En Arequipa, por ejemplo, 56% de las proveedoras de la actividad minera son microempresas, 35% son pequeñas y medianas empresas y 10% restante son grandes empresas, lo que demuestra el efecto multiplicador que genera la actividad minera a todo nivel.

¿Qué desafíos enfrenta Sociedad Minera Cerro Verde para el desarrollo de sus actividades y de sus operaciones?

En la actual coyuntura, el tema sanitario continúa siendo nuestro principal desafío, más aún si tenemos en consideración el reciente anuncio de las autoridades nacionales sobre la aparición de casos relacionados a una nueva variante en Arequipa. 

En un inicio, tras las medidas adoptadas por el Gobierno para contener el COVID-19, tuvimos que tomar medidas drásticas, pero necesarias para cumplir con las disposiciones gubernamentales. Por ello debimos detener nuestra producción y enfocarnos en actividades críticas que tuvieran por objeto el mantenimiento de las instalaciones y el aseguramiento de las condiciones de seguridad, salud y medio ambiente.

Tras el inicio de la reactivación económica, la empresa se adaptó rápidamente a las nuevas necesidades sanitarias, por lo que elaboramos nuestro “Plan para la vigilancia, prevención y control del COVID-19”, aprobado por las autoridades nacionales. Ello contempló adecuar nuestras instalaciones, implementar medidas de seguridad en el transporte de personal, aplicar la toma segura de pruebas rápidas, monitorear la salud de nuestros trabajadores y familiares, trabajar de manera remota, tener reuniones virtuales, así como realizar ajustes operacionales y revisar nuestros planes de relacionamiento, entre otros.

Este esfuerzo ha permitido que tras paralizar nuestra producción, poco a poco hayamos podido incrementarla retomando los niveles aprobados en nuestros permisos, más aún en momentos en que el precio internacional del cobre alcanza un precio alto, lo que permitirá generar más recursos para el Estado peruano en una difícil coyuntura económica y social.

Otro de los desafíos que debemos enfrentar es cómo contribuir a que los recursos que deja la minería puedan ser mejor aprovechados para la salud, la educación, y otros aspectos fundamentales para el desarrollo de la población. En ese sentido, consideramos que propuestas como las de obras por impuestos, el canon por impuestos o las regalías por impuestos, por ejemplo, serían una buena alternativa. Si bien Cerro Verde aún no ha hecho obras por impuestos, creemos que estamos listos para aportar con conocimiento técnico y ayudar a los gobiernos locales a poder materializar los gastos que se requieren.

Los analistas han destacado la necesidad de cerrar brechas de infraestructura y sociales para reducir la conflictividad. ¿De qué manera Cerro Verde está contribuyendo en este proceso?

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En el caso de Arequipa, una de las brechas de infraestructura más importantes es la relacionada al tema hídrico, debido a que esta es una región con un clima seco y geografía accidentada, que presentaba problemas de abastecimiento de agua que afectaba a distintas actividades productivas.

Debido a esta situación, Cerro Verde elaboró una estrategia centrada en incrementar la capacidad de almacenamiento de agua; dotar de agua potable a la población; captar y tratar los desagües de Arequipa Metropolitana, descontaminando el río Chili; y contar con agua para sus operaciones, sin afectar a otras actividades. Estos objetivos formaron parte del concepto denominado “Círculo Virtuoso del Agua”, diseñado por nuestra empresa y que contó con la activa participación de las autoridades y la sociedad civil.

Entre las principales obras realizadas por Cerro Verde, podemos destacar el cofinanciamiento para la construcción de las represas de Bamputañe, Pillones y San José de Uzuña con el fin de incrementar la capacidad de captación y almacenamiento de agua; la construcción del Sistema de Tratamiento de Agua Potable (La Tomilla II) que incluía líneas de conducción para atender a 750 mil arequipeños; así como la construcción y operación del Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada, obra que demandó una inversión superior a los 1500 millones de soles.

De esta manera, la estrategia de Cerro Verde de afrontar la demanda hídrica ha permitido que Arequipa sea la única ciudad del Perú que tiene un río con más del 96% de sus aguas completamente tratadas , las mismas que son usadas para mejorar la producción agrícola, la ganadería e impulsar el turismo en la zona de influencia. Asimismo, la capacidad de almacenamiento de agua en las represas de Arequipa se ha incrementado de 200 millones de metros cúbicos al año a 400 millones de metros cúbicos, beneficiando a la actividad agrícola.

En el caso del río Chili, se ha mejorado la calidad ambiental del entorno, además de eliminar los malos olores ocasionados por las aguas residuales. Incluso hoy, se puede apreciar una recuperación de su vida natural, con el resurgimiento de bagres, truchas y renacuajos en sus aguas. Mientras que su caudal se ha incrementado de unos 5 metros cúbicos por segundo (en épocas de sequía) a un promedio permanente de 12 metros cúbicos por segundo.

Un beneficio adicional, fundamental para la mejora de salud de la población de Arequipa, ha sido la disminución de enfermedades gastrointestinales, especialmente en niños y adultos mayores, ya que los productos agrícolas de consumo humano son regados hoy con agua limpia del rio Chili. Asimismo, se ha producido una disminución de los altos índices de enfermedades dérmicas y oculares que antes ocurrían por el contacto directo con el agua contaminada.

De esta manera, el “Círculo Virtuoso del Agua” se ha convertido en un caso de éxito en la minería peruana, por lo que Cerro Verde ha recibido visitas de diversas instituciones para conocer su realización y ha obtenido distintos reconocimientos, entre ellos un premio internacional otorgado por la Secretaría de Estado de Estados Unidos.

¿Qué programas ambiental y social viene desarrollando actualmente en sus zonas de operaciones?

Cerro Verde cuenta con un sistema de Gestión Ambiental certificado con la norma ISO 14001: 2015, y recertificado en enero de este año. Con este sistema se identifican los principales aspectos e impactos ambientales que se producen en las áreas operativas y se establecen los controles necesarios para su gestión.

Asimismo, Cerro Verde ha elaborado un Plan de Gestión de la Biodiversidad que contiene las medidas que se realizan para mitigar sus impactos a la flora y la fauna, el mismo que ha recibido las siguientes certificaciones: Wildlife at Work (2011), Corporate Lands for Learning  (2012) y Wildlife Habitat Council desde el año 2017, recertificada en el año 2020.

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Algunos de los programas que son parte de este Plan de Gestión han recibido reconocimientos nacionales e internacionales, entre los que podemos destacar el Programa de conservación de murciélagos, que ha recibido los siguientes premios: Bat Conservation Action Award en 2014, Kumir Kawsay de la OEFA en 2015 y WHC Bats Award en los años 2017 y 2021. Del mismo modo, el Programa de conservación de plantas ha recibido el premio WHC Desert Project Award en el año 2017. Finalmente, el Programa de conservación de guanacos ha recibido los premios WHC Mammals Award en 2017 y WHC Species of Concern en 2021.

En el aspecto social, Cerro Verde ejecutó una estrategia destinada a aliviar la difícil situación sanitaria por la que atraviesa Arequipa, impulsando el desarrollo de 3 ejes fundamentales: la provisión de instalaciones y equipamiento médico para el sector Salud, ayuda a la mitigación de los efectos del COVID-19, y la ejecución de acciones para reactivar la economía y atender a las familias afectadas.

Uno de los primeros retos que surgió tras el impacto inicial del COVID-19, fue la carencia de oxígeno medicinal, por lo cual la empresa adquirió e instaló una planta de oxígeno para el Hospital Honorio Delgado, con una capacidad nominal de producción de 720 M3 por día.

Asimismo, Cerro Verde junto a otras empresas asociadas a la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), decidió donar mil toneladas de oxígeno medicinal a los hospitales del país, a un ritmo inicial de 40 toneladas semanales, que se espera puedan incrementarse paulatinamente en un plazo de tres meses.

Adicionalmente, la empresa entregó 390 balones con oxígeno, válvulas reguladoras y accesorios a diferentes instituciones de salud de Arequipa, al mismo tiempo que donó concentradores portátiles de oxígeno a los establecimientos de salud.

Otro de los retos que se presentaron por el impacto del COVID-19, fue el de la falta de pruebas rápidas para diagnosticar la enfermedad, por lo que Cerro Verde implementó el Laboratorio Regional de Arequipa, a fin de incrementar la toma de pruebas moleculares. Asimismo, contribuyó a la compra de medio millón de kits de diagnóstico para todo el país, a través de un esfuerzo conjunto concertado con la SNMPE.

De otro lado, con el fin de fortalecer las medidas de bioseguridad que garanticen la salud de los profesionales de la salud, Cerro Verde entregó más de 100 mil implementos de seguridad (mascarillas, guantes, lentes, buzos de protección, protectores faciales y otros) a diferentes instituciones de Arequipa. Del mismo modo, financiamos, durante 6 meses, el transporte del personal de salud hacia los hospitales y centros asistenciales de Arequipa.

Otro de los hitos más importantes dentro del aporte brindado por Cerro Verde en la lucha contra el COVID-19 fue su participación, a través de la asociación Soluciones Empresariales contra la Pobreza (SEP), en el cofinanciamiento de los gastos logísticos del primer embarque de vacunas adquiridas por el Gobierno peruano. Este apoyo del sector privado permitió trasladar el primer millón de vacunas desde la ciudad de Beijing (China) hasta el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos de Salud – CENARES, en el Callao, en lo que constituyó el inicio histórico del proceso de vacunación.

Asimismo, al iniciarse la etapa de vacunación en Arequipa, Cerro Verde contribuyó con materiales como toldos, señalética, sillas, mascarillas de tela y botellas de agua en los puntos de vacunación previstos para los adultos mayores, evitando de esta manera que permanezcan de pie durante largas horas.

Respecto a la reactivación económica, el Perú fue uno de los países más afectados en términos económicos por la pandemia, lo que generó que sectores claves para su desarrollo sufrieran una fuerte contracción en sus actividades, como es el caso de la agricultura.

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En esa línea, Cerro Verde elaboró un plan de reactivación agrícola para Arequipa, lo que contempló la asistencia y soporte técnico a 1,340 agricultores con el fin de asegurar la campaña agrícola, para lo que se entregaron 2,901 kilos de semillas, así como 34 equipos como sembradoras y trilladoras.

El enfoque del plan desarrollado permitió detectar luego otro punto que necesitaba atención urgente: la exposición y venta de los productos agrícolas. Ante ello, Cerro Verde organizó una serie de ferias itinerantes, en las que 130,500 visitantes pudieron realizar sus compras, cumpliendo con todos los protocolos sanitarios. 

Otro de los puntos clave de la estrategia de responsabilidad social de Cerro Verde fue la donación de víveres, con la finalidad de ayudar desde el sector privado a cumplir las disposiciones de las autoridades y garantizar la seguridad alimentaria de las familias. Por ello, la empresa donó 2 mil canastas con víveres para las personas más necesitadas. Además, implementó con protocolos COVID- 19 a 15 comedores populares y les donó 5,200 artículos no perecibles y 20,900 kilos de productos frescos. De la misma forma, implementó 39 cocinas de comedores populares de Arequipa y les entregó víveres, productos de limpieza y equipos de protección personal.

¿Cuáles son los planes de Sociedad Minera Cerro Verde para el segundo semestre de este año?

En este año 2021 seguimos enfrentando una difícil situación sanitaria, por lo que nuestro principal objetivo para los próximos meses es consolidar nuestra producción al nivel que estuvo antes del inicio de la pandemia y posteriormente, en una segunda fase, lograr incrementos importantes en la eficiencia productiva; sin perder de vista la sostenibilidad, con el fin de suministrar cobre producido de manera responsable. 

Del mismo modo, nos centraremos en seguir reforzando los protocolos sanitarios de nuestros trabajadores, en prevención de las características que presenta la nueva variante del Covid-19 aparecida en Arequipa, y en acelerar la transformación digital de las operaciones, buscando ser más eficientes en los procesos técnicos que realicemos.

Asimismo, nos enfocaremos en continuar impulsando una cultura de alto rendimiento entre nuestros colaboradores, aplicando una serie de comportamientos que nos permitan, por ejemplo, obtener mejores resultados en nuestro trabajo; innovando como un equipo, compartiendo conocimientos y adoptando los cambios necesarios.

¿Qué tendencias tecnológicas está aplicando en sus labores mineras?

Durante el último año, hemos implementado una serie de iniciativas que nos han permitido agilizar una serie de procesos internos, ayudándonos de esta manera a alcanzar los objetivos planteados, a pesar de la difícil situación que causa la pandemia.

Estas iniciativas surgen como parte de una cultura de innovación que impulsa Cerro Verde en sus operaciones, por medio de capacitación constante y la promoción de concursos; usando metodologías como Design Thinking, Design Sprint o el uso de herramientas robóticas y Lego Serious Play.

De esta manera, los trabajadores estimulan su creatividad, para luego inspirar nuevas soluciones en su trabajo diario o en retos planteados por sus propias áreas, de los que nacen proyectos que participan del Premio a la Innovación Cerro Verde (Innova), iniciativa promovida anualmente por la empresa y que ya cumple 10 años de existencia.

Durante la última década, se han podido registrar hasta 1,515 ideas en el marco de este programa, de las cuales ya se han implementado 231 innovaciones, mientras se continúan trabajando en la ejecución de las restantes.

Asimismo, esta cultura de innovación ha permitido patentar en Indecopi 9 ideas diseñadas e implementadas por la empresa, además de recibir múltiples reconocimientos del sector minero.

Fuente: Perumin