El barril de petróleo se ha abaratado, en promedio, 60% en 12 meses, lo que se ha traducido en caídas significativas en los resultados de las principales petroleras.
Como consecuencia, las compañías han reducido gastos administrativos, en prospecciones y en servicios, lo que ha provocado despidos en cadena. En lo que va del año, según El País, se han recortado ya 100,000 puestos de trabajo en todo el mundo debido a la bajada del precio del petróleo.
La americana Exxon ha sido la última de las cinco compañías petroleras de mayor envergadura a escala mundial (llamadas las ‘big five’, junto a Chevron, Shell, Total y British Petroleum) en anunciar el golpe: ganó US$4,974 millones en el segundo trimestre, su peor resultado trimestral desde el 2009. Chevron, por su parte, ganó en los primeros seis meses US$588.7 millones, un 90% menos que en el 2014.
La disminución de los beneficios ha llevado a la anglo-holandesa Shell a recortar 6,500 puestos de trabajo y a la British Petroleum, unos 1,200. Y esta última empresa ya convocó en enero a sus 15,000 empleados en el Reino Unido para prepararlos ante otros “planes de reestructuración” de la compañía.
Pero si los grandes productores viven momentos difíciles, las compañías de servicios petroleros son las que están pagando el precio más alto. Según El País, Saipem, proveedora de servicios controlada por la italiana ENI, anunció hace un mes el despido de casi 9,000 trabajadores. Antes lo hicieron también, entre otras, la estadounidense Schlumberger (11,000), Weatherford (11,000), Baker and Hughes (10,500) y Halliburton (9,000).
“La primera medida que han tomado las grandes petroleras ante el desplome del petróleo ha sido recortar el gasto en inversión y limitar las nuevas prospecciones. Por eso la ola de despidos ha azotado con más fuerza a las empresas de servicios”, explicó Ariel Bergman, economista de la energía de la Universidad Dundee (Escocia), el principal centro petrolero del Reino Unido, a El País.
“Si el precio del petróleo sigue bajo en los próximos meses, probablemente haya una segunda oleada de despidos: las empresas con más liquidez tratarán de adquirir a las que naveguen en aguas más difíciles para aprovechar sus yacimientos. Y para ahorrar costos podrían deshacerse de sus planillas”, agregó.
La Agencia Internacional de la Energía prevé que la actual sobreoferta de petróleo persistirá a lo largo del todo el 2016, lo que hace presagiar que los precios seguirán bajos. Mientras tanto, la OPEP bombeó una media de 31.5 millones de barriles diarios en julio, la cantidad más elevada en los últimos tres años. Las autoridades iraníes, además, dicen que están listas para incrementar rápidamente sus exportaciones, cuando el acuerdo nuclear con Estados Unidos haga que se levanten las sanciones internacionales.
Semana Económica