ProActivo | En esta nueva cuarentena focalizada, la minería se mantiene sin restricciones como uno de los sectores clave para la economía nacional. El confinamiento de diversas actividades, dispuesto por el gobierno, inició el reciente domingo 31 de enero para contener el incremento de los casos de enfermos por el coronavirus. La medida segmentada, busca evitar afectar el ritmo de la producción minera en esta cuarentena que incide directamente en la economía nacional y regional.
Perú es el segundo mayor productor global de cobre que en marzo del 2020 decretó el estado de emergencia sanitaria más estricto el cual no obtuvo los resultados esperados y agregó a la crisis sanitaria un colapso económico, como refieren diversos analistas en el mundo.
Ante la nueva ola de la pandemia, el gobierno ha decretado para la quincena del 31 de enero al 14 de febrero, la inmovilización social obligatoria, en el nivel de alerta extremo, conforme a las fases de reanudación de actividades económicas. Mantendrán sus actividades en esta cuarentena, la minería (todas las actividades del rubro, insumos y servicios conexos), pesca, agricultura y construcción, así como los servicios básicos y transporte aéreo, entre otros.
Las regiones en nivel alerta extremo son: Ancash, Huánuco, Pasco, Lima Región, Lima Metropolitana, Callao, Junín, Huancavelica, Ica y Apurímac.
Se trata de regiones donde operan mineras de cobre de la gran minería. En Ancash se ubica Antamina (BHP Billiton 33.75% y Glencore 33.75%), una de las más importantes minas del mundo mina; en Pasco destaca Volcan (55.03% Glencore), entre otras mineras; en Junín opera Toromocho (Chinalco), en Ica se ubica Shougang Hierro Perú (Shougang Group) y el proyecto Marcobre (60% Minsur) y en Apurímac opera Las Bambas MMG (62.5% MMG).
Según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la minería registró una caída del 12.5% en el 2020, cifras no vistas en las últimas tres décadas y proyecta una recuperación de 14.4% el 2021.