La historia de Melissa Amado es la de pocas, pero que inspiran a muchas. Con solo 19 años y estudiando Administración de Negocios Internacionales, tocó a su puerta la oportunidad de desempeñarse como practicante de logística en la industria minera. El área donde comenzaría a construir su trayectoria laboral estaba conformada por diecisiete hombres y ella era la única mujer. En virtud de su sinceridad, reconoce que en ese momento poco o nada sabía de la actividad extractiva, se sentía frustrada, navegaba en un mar de dudas, e incluso pensó en renunciar. “Me dije que había dos caminos: el primero, rendirme y buscar un nuevo empleo; y el segundo, continuar y seguir creciendo. Esto último cambió mi vida. Y hasta el día de hoy, a mis 33 años, sigo fascinada y amo la minería”, contó en la reciente edición del Jueves Minero, que tituló «Tres generaciones de mujeres exitosas en minería», en homenaje al Día de la Mujer.
Con lo aprendido en esta actividad productiva desafiante y muchas veces gobernada por la fuerza masculina, Melissa Amado hizo un breve paréntesis para bajar al llano y formar su primer emprendimiento dedicado a los productos saludables, a sus guapos y enérgicos 23 años. Le fue bien, pero su pasión por la minería pudo más. Es así como no pasó mucho tiempo para que erigiera su segundo emprendimiento, esta vez junto a su esposo. Se trataba de una empresa consultora especializada en planificación minera, a la que bautizaron como Deep Pit Technology, y que ahora es parte de la corporación Stracon. “Esta iniciativa nació con el propósito de transformar la minería. Y tengo el orgullo de decir que somos la startup peruana que creó la primera plataforma digital para el sector minero: Mine Expert. Ahora tenemos cuatro softwares que contribuyen a la mejora continua de operaciones mineras como Hudbay y Chinalco”, acotó.
Hoy, Melissa Amado ejerce como gerente regional de Marketing de Stracon Tech, compañía tecnológica que persigue la creación de valor en la industria en general, a partir de las bondades de las tecnologías de la información, la inteligencia artificial y las soluciones de digitalización. Pero es consciente de que muy difícilmente hubiese podido alcanzar tamaña responsabilidad, sin las enseñanzas de quienes la acompañaron en sus primeros años de incursión en la minería, como son ingenieros de minas, geólogos, programadores y diseñadores, muchos de ellos del género contrario. “Estuve rodeada de talento masculino y la mayoría me duplicaba en edad. Así que, para interactuar mejor con toda la organización, empecé a mejorar mis habilidades de comunicación y a vencer mi miedo a hablar en público. Y, en paralelo, fui aprendiendo más sobre minería y tecnología. Pero, sobre todo, principié y desarrollé mi liderazgo”, recordó la experta.
Fueron esas destrezas de comunicación y oratoria las que la ayudaron a relacionarse de mejor forma con el resto del equipo, desde jóvenes ingresantes, pasando por adultos en camino a posicionarse, hasta gente más experimentada. Y a través de las mismas, superar los momentos de mayor presión, para encontrar las alternativas de respuesta a los diferentes desafíos en pro de la mayor eficiencia de la operación minera. “Cuando me encontré con alguna limitante de toma de decisiones ágil, lo que hice fue explicar mi punto de vista y sugerirles posibles salidas. Pero siempre apelando a la herramienta del diálogo, jamás al de la imposición. La solución nunca nace de la confrontación. Por ende, es importante considerar la experiencia de cada uno de tus colegas, pues son historias que impactan y aportan muchísimo”, reflexionó Melissa Amado.
Lo contado por Melissa Amado no solo es para ilustrar el caso de una mujer que venció sus prejuicios y temores, y triunfó en un rubro dominado por hombres; es también para invitar a sus congéneres a enrolarse en las carreras profesionales STEM, es decir, todo aquello que tenga que ver con las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, pues son el puente por donde transitan las personas que impulsan cambios positivos de mayores dimensiones en la comunidad, el país y el mundo. “Recomiendo interesarse más por las carreras STEM. Y con esto no me refiero a que tengamos que convertirnos en programadoras, si no que es necesario que comprendamos ciertos lenguajes, si queremos encargarnos de proyectos de gran envergadura. La industria minera ha sacado una mejor versión de mí, y puedo afirmar que aquí cada vez más se requieren líderes de la transformación. Las mujeres tenemos voz y voto para iniciar el cambio”, arguyó la ejecutiva.