Por: Javier Durand, Vicepresidente Legal en Cementos Pacasmayo
La pandemia, el clima político y social, los conflictos del home office, etc. son factores que debemos tener en cuenta al momento de liderar un equipo o una organización. El tener en mente que el principal activo de una compañía son las personas, le permite al líder reconocer los puntos de dolor que podrían afectar a su equipo y en consecuencia al desarrollo de objetivos concretos, que se conviertan en metas conjuntas.
Es ahí donde se vislumbra el carácter responsable del líder, no solo como jefe de un grupo de personas, si no como un constructor de ideas y un solucionador de problemas.
Además de la ética, la integridad, los valores y las buenas prácticas en las esferas sociales, económicas y ambientales que deben existir dentro de las empresas, estas deben traspasar barreras y verse reflejadas en las políticas hacia los clientes, proveedores y en las zonas de influencia. De esta forma, nace la sostenibilidad, el nuevo paradigma organizacional que busca la competitividad responsable y sostenible en las organizaciones.
El líder de hoy debe tener en cuenta que sus futuros consumidores no solo buscan comprar un producto, buscan identificarse, adquirir aquello que los representa a nivel de valores y visión. En ese sentido, las empresas apuntan a gestionar la sostenibilidad como el núcleo de su negocio y no solo un aditivo eventual.
La responsabilidad se ha involucrado en tantas áreas y aspectos de las compañías que es imprescindible contar con un equipo que asesore y busque constantemente innovación o formas de incorporar a los procesos. Desde la gestión adecuada de residuos hasta la creación de productos con menor impacto ambiental gracias a la investigación y el desarrollo.
Dentro de este margen y como ya mencionamos, encontramos que también la gestión correcta del equipo humano es un hito esencial para que la sostenibilidad no se limite a solo políticas ambientales. La creación de equipos diversos e inclusivos responde a esa política de lograr un impacto económico, social y ambiental que se convierte en ADN de marca. Es por todo eso, que la visión, misión, propósito y las acciones de cada empresa deben estar alineadas bajo el paraguas de la sostenibilidad.
Los planes de sostenibilidad están alineados al propósito de construir unidos el futuro que soñamos, tiene los siguientes cinco pilares: (i) actuamos con integridad, (ii) operamos de manera responsable, (iii) somos el mejor aliado de nuestros clientes, (iv) crecemos con nuestras comunidades, y (v) cultivamos talento extraordinario. Estos pilares se fundamentan en el respeto a los Derechos Humanos, el cumplimiento de los principios del Pacto Global y la construcción de una relación sólida y transparente con nuestros empleados, comunidad, proveedores, socios y accionistas.
El factor clave de la competitividad se encuentra en todos estos conceptos, que si solo se toman como tendencia o “moda” no tienen ningún impacto más allá de acciones independientes. La tendencia está marcada para las empresas hoy y de ellas dependerá si empiezan a establecer estos lineamientos que definirán su existencia y éxito en el mañana.
Fuente: Gestión