Los campesinos de la comunidad de Pumamarca del distrito de Tambobamba, en la provincia de Cotabambas, Apurímac, realizaron ayer una marcha de protesta en contra de la empresa minera Las Bambas.
Las personas protestaron en el corredor minero por donde diariamente circulan más de 200 vehículos que transportan el mineral extraído en la zona. La marcha contó con la participación no solo de los dirigentes comunales, sino también de mujeres, adultos y niños.
La causa principal de la protesta se remonta al 2011, cuando la empresa minera Xtrata Tintaya S.A. compró mil hectáreas de terreno a la comunidad de Pumamarca en el sector denominado Sallahui, acordando pagar la suma de dos mil dólares americanos por hectárea. Ello, significó un total 2 millones de dólares. La transacción fue aprobada en el acta de la comunidad.
En diálogo con El Comercio, Néstor Vargas Quispe, presidente de la comunidad de Pumamarca, acusó a la empresa minera de presuntamente engañar a la comunidad en el 2011, durante el proceso de compra venta de los terrenos. “Ahora entendemos que la venta de nuestras tierras en el sector de Sallahui costó el precio de 0.50 céntimos de sol el metro cuadrado, lo cual es un tremendo engaño y una estafa. Por ello, hemos decidido retomar nuestras tierras que por años hemos pastoreado, aquí hemos criado a nuestros animales y no vamos a movernos”, señaló.
Por su parte, la empresa minera Las Bambas, por medio de un comunicado [ver al final de la nota], informó que el proceso de compra del predio se realizó conforme a la ley y con la aprobación de la comunidad de Pumamarca. Agrega que el terreno se encuentra inscrito a nombre de la empresa en la partida registral 11043060 del Registro de Propiedad Inmueble de Abancay.
Asimismo, indica que después de realizar el pago, asumió una serie de compromisos frente a la comunidad, los cuales no estaban vinculados al contrato. Agrega que ya ha cumplido el 98% de esas responsabilidades, lo que demandado una inversión de más de 12 millones.
Señala que actualmente, no hay ningún proceso ni mandato judicial que restrinja o limite sus derechos sobre la propiedad que adquirió en el 2011.
“Como parte de sus políticas de relacionamiento con las comunidades, Las Bambas ha invocado al diálogo a la comunidad campesina de Pumamarca en varias oportunidades y reitera su total disposición a continuar en ese esfuerzo”, señala en su comunicado.
“Lamentamos que los representantes de la comunidad pretendan desconocer los acuerdos y contratos celebrados con Las Bambas anteriormente”, finaliza.
En la actualidad, decenas de familia se han apostado sobre los terrenos en el sector de Sallahui y han construido sus cercos y llevados a sus animales de granja. Allí pastorean y cultivan sus alimentos. De este modo, quieren mostrarle a la empresa minera Las Bambas que rechazan dicha compra y le piden que les devuelva sus tierras.
Fuente: El Comercio