A la reunión convocada por PCM y el Gobierno Regional de Cusco asistieron dirigentes de comunidades campesinas, autoridades locales y sociedad civil de la zona
La presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, lanzó ayer un ultimátum a las comunidades de Chumbivilcas, en el Cusco, para desbloquear el corredor minero del sur. Dio plazo hasta hoy al mediodía para reiniciar el diálogo sin imposiciones ni medidas de fuerza.
La premier exhortó a las comunidades campesinas de Chumbivilcas a priorizar el diálogo y deponer la medida de fuerza que mantienen en el corredor minero por más de 30 días de protesta contra la empresa minera Las Bambas.
“Se necesita avanzar en este conflicto y dejar atrás el entrampamiento en beneficio de la población, trabajadores y otros actores afectados por estas circunstancias”, indicó vía teleconferencia, en la reunión convocada por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y el Gobierno Regional de Cusco, a la que asistieron dirigentes de las comunidades campesinas y de la sociedad civil de Chumbivilcas, autoridades locales, representantes del Ejecutivo y de la minera Las Bambas.
A cambio, la jefa del Gabinete se comprometió a liderar una comisión de alto nivel del Ejecutivo, integrada por varios ministros y viceministros de Estado, que iría a esa provincia el próximo 30 de diciembre.
“Estoy ofreciendo ir a la zona, pero también necesitamos que ustedes nos ayuden. Ya van 30 días de conflicto y una vía bloqueada. Estamos con toda la disposición de abordar los puntos que ustedes han planteado”, indicó la titular de PCM.
La premier resaltó que el Gobierno nunca ha planteado como primera medida, la represión contra las comunidades, sino el diálogo y la solución pacífica a esta problemática, sin embargo, enfatizó que es necesario desentrampar el conflicto, para llegar a una solución que “no se puede seguir aplazando”.
En ese sentido, la premier Vásquez pidió a los dirigentes de las comunidades que consulten a sus poblaciones las medidas propuestas para retomar el diálogo que se han planteado, y les pidió su respuesta hasta mañana al mediodía.
A su turno, el gobernador regional del Cusco, Jean Paul Benavente, resaltó la labor de las autoridades para evitar declarar la zona en estado de emergencia, pese a las exigencias de distintos sectores. “No queremos que pase eso. No queremos que la sangre llegue al río. Queremos que las cosas funcionen”, enfatizó para luego exhortar a las comunidades a que confíen en una salida pacífica.
La reunión contó con la participación del ministro de Energía y Minas, Eduardo González Toro, y de los viceministros de Gobernanza Territorial de la PCM, Pablo Sánchez; de Minas, Jorge Chávez Cresta; y de Orden Interno, Óscar Gonzales Rabanal.
Planteamiento integral
Durante la reunión, la delegación del Ejecutivo propuso a las comunidades afectadas por la acción de la empresa minera la conformación de una zona de especial de tratamiento, cuyos parámetros y necesidades se definirán de manera conjunta. “La zona de especial tratamiento se tiene que trabajar conjuntamente. En el proceso de diálogo se puede abordar este tema”, precisó el viceministro de Gobernanza Territorial.
Agregó que se busca es resolver los problemas a través del diálogo con el fin de que todos puedan gozar de los beneficios de la actividad minera. “Hagamos un diálogo abierto y franco para encontrar la salida. Esta salida permitirá a la empresa continuar su trabajo, pero también encontrar formas de participación activa en la ganancia y los beneficios”, resaltó.
Explicó que la zona del corredor minero es muy especial y hay que contemplar las características de la zona. “Hay que reconocer que en este momento hay un entrampamiento, que requiere de todos para encontrar salidas”, exhortó.
La reunión también contó con la presencia de la alcaldesa de la provincia de Chumbivilcas, Nadia Pallo Arotaype, y los alcaldes distritales de Colquemarca, Ccapacmarca, Chamaca y Livitaca; así como del gerente de Asuntos Corporativos de Las Bambas, Carlos Castro, de la secretaria de Gestión Social y Diálogo de la PCM, Giselle Huamaní, y representantes de la Defensoría del Pueblo de Cusco.