Miguel Canz

Miguel Canz, gerente de Tecnología en Las Bambas, detalla la ambiciosa ruta que la compañía minera ha trazado hacia la digitalización y autonomía operativa. Con un enfoque en las personas, procesos y tecnología, la mina busca liderar la transformación digital en el sector minero en América Latina.

En la era de la transformación digital, Las Bambas, una de las operaciones mineras más importantes del Perú, se ha comprometido a convertirse en una “mina inteligente” para el 2030. Miguel Canz, gerente de Tecnología de la operación, comenta que esta meta es una respuesta al avance vertiginoso de la tecnología y a la necesidad de innovar en la industria minera. “El objetivo era, primero, ser una mina digital; después se convirtió en ser una mina inteligente, y, luego, le pusimos una fecha: 2030”, afirma Canz.

Mientras que una mina digital implica tener una mina conectada mediante sensores para obtener data en tiempo real y predecir comportamientos, una mina inteligente apuesta, además, por la integración profunda de esta tecnología con las personas que trabajan en la empresa.

Para alcanzar esta meta, Las Bambas ha desarrollado una estrategia que articula tres pilares: procesos, personas y tecnología. En palabras de Canz, el componente humano es el elemento crucial de esta transformación.

“Al final del cuento, todo termina siendo personas, personas, personas. La tecnología y los procesos son habilitadores; nada más”, explica. En este sentido, el enfoque en capacitación y adaptación cultural es fundamental, razón por la cual han implementado un departamento de gestión del cambio interno, que facilita la integración de nuevas tecnologías en el día a día de los trabajadores.

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¿Qué significa ser una mina inteligente?

Para Canz, el concepto de una mina inteligente va mucho más allá de la digitalización, implica un entorno donde la tecnología reduce el riesgo para las personas y fomenta su crecimiento profesional. “Estamos tratando de trasladar el beneficio también para las personas, reemplazando tareas reiterativas por actividades que agreguen valor, que las hagan crecer profesionalmente”, comenta.

La automatización es un elemento clave en este proceso, debido a que permite que los equipos conectados operen de manera remota desde Lima. “Hoy tenemos la oportunidad de operar desde un Centro Integrado de Operaciones en Lima, a más de mil kilómetros de distancia”, refiere Canz. Así, Las Bambas logra una mejora en la calidad de vida y la seguridad de sus trabajadores, quienes pueden cumplir con sus turnos sin exponerse a los riesgos del trabajo en terreno.

“La historia muestra que las revoluciones industriales y los avances tecnológicos no eliminan empleos, sino que transforman la naturaleza del trabajo. Nuestro objetivo es identificar y preparar a las personas para estos nuevos roles, desarrollando sus capacidades para un futuro en constante cambio. Porque no se trata de un reemplazo inmediato, no significa alcanzar un estado fijo. La mina inteligente es un proceso en constante evolución hacia 2030; siempre habrá nuevos desafíos y objetivos. Es un proceso continuo, donde trabajamos sobre múltiples pilares para modernizar nuestro negocio al ritmo acelerado de la tecnología”, indica el ejecutivo.

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Transformación gradual

En su camino hacia convertirse en una mina inteligente, Las Bambas ha superado importantes barreras tecnológicas. Canz recuerda que en el 2011 la conectividad dependía de enlaces satelitales de baja capacidad. Hoy, en cambio, la operación cuenta con dos fibras ópticas de 300 megas. “No podríamos operar hoy con la tecnología de hace 10 años”, asegura. Esta infraestructura robusta permite la comunicación continua de todos los equipos, desde los camiones hasta los sistemas de despacho, permitiendo una mayor eficiencia y el control de los procesos.

El ejecutivo enfatizó que tampoco se trata de una competencia con otras mineras, porque las prioridades y contextos son únicos para cada operación. “Cada empresa minera enfrenta realidades únicas que influyen en sus indicadores de costo y eficiencia. Por ejemplo, el costo de transportar el concentrado de cobre desde Las Bambas hasta el puerto podría ser tres veces mayor que el de otra minera ubicada más cerca del puerto o con menos complejidades logísticas. La eficiencia se mide controlando y reduciendo nuestros costos dentro de nuestras propias realidades”, afirma.

Con ello en mente, Las Bambas contempla tres objetivos principales de su mina inteligente: maximizar la eficiencia, reducir costos y asegurar la sostenibilidad a largo plazo.

Inversiones y ciberseguridad

A medida que la mina se digitaliza, las inversiones en tecnología deben seguir un ritmo sostenido. Las Bambas cuenta con un plan de desarrollo a corto, mediano y largo plazo, con proyectos que se evalúan rigurosamente antes de ser aprobados. “Solamente se ejecutan proyectos que entreguen un beneficio, que sean estratégicos, relacionados con la seguridad de las personas o que tengan un NPV [valor actual neto] positivo”, declara Canz. Esto asegura que cada inversión tenga un impacto real y contribuya a la meta del 2030.

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Uno de los aspectos críticos en este avance es la ciberseguridad, que no se aborda como un proyecto aislado, sino como un componente intrínseco de las operaciones diarias. “Ciberseguridad es un business as usual que nosotros tenemos incorporado en nuestro proceso de tecnología”, detalla Canz, en referencia a la protección de la información y los sistemas de la mina ante posibles amenazas cibernéticas.

Los próximos seis años

Con el año 2030 cada vez más cerca, Las Bambas sigue desarrollando proyectos en todas las áreas, desde la recuperación de cobre y molibdeno hasta iniciativas de economía circular. Canz resalta que la mina se encuentra en constante análisis para priorizar los proyectos más relevantes cada año, con un plan aprobado por la corporación. “La dinámica es que trabajamos con una visión aprobada y una ejecución constante de ese plan”, comenta.

Así, la transformación digital de Las Bambas es una apuesta no solo por la modernización de la operación, sino por la sostenibilidad del negocio frente a los desafíos del mercado. “Las empresas que negaron la modernización desaparecieron del mercado”, destaca. El ejecutivo concluye señalando que este proceso de digitalización es fundamental para asegurar el futuro de su operación.

Fuente: Desde Adentro