El Ejecutivo reafirma su promesa de gravar las sobreganancias mineras. Sin embargo, no especifica qué tipo de tributos planea crear.
En su discurso de investidura ante el Congreso de la República, Guido Bellido, reafirmó la promesa del gobierno de crear nuevos gravámenes para el sector mineroenergético, con el fin de obtener recursos financieros para ‘’derrotar la pandemia de COVID-19 y reactivar la economía”.
“Crearemos contribuciones en función a las sobreganancias en actividades extractivas, en los casos donde los precios internacionales se han incrementado de manera relevante”, dijo.
La iniciativa forma parte de la propuesta de nacionalización de los recursos petroleros, gasíferos y mineros lanzada por el presidente Pedro Castillo en su campaña electoral.
“Los costos de producción de cobre en el Perú son de los más bajos del mundo” y las transnacionales mineras están “obteniendo ganancias extraordinarias que no se relacionan con nuevas inversiones o tecnología.
sino solo con los vaivenes del mercado internacional”, dijo el mandatario en mayo pasado.
¿Pero cómo planea el Gobierno aplicar este esquema?
—¿Nuevos impuestos?— Los especialistas en minería consultados para este informe coinciden en señalar que el Ejecutivo aún no maneja una propuesta concreta.
“Todavía hay mucha especulación. Se habla de crear un nuevo impuesto a las sobreganancias y de regresar al antiguo esquema tributario, en el cual la regalía minera [contraprestación por el derecho a explotar los recursos] se aplicaba sobre las ventas y no sobre las utilidades operativas, como ocurre ahora”, anota Marcial García, socio de impuestos de EY Perú.
En cualquiera de ambos casos, precisa el especialista, al Ejecutivo no le será fácil lograr su propósito, porque la creación de nuevos impuestos o la modificación de estos es “una competencia del Legislativo”, con el cual se encuentra enfrentado.
E incluso si lo consiguiera, añade García, la recaudación no se incrementaría significativamente porque los grandes proyectos mineros (como Las Bambas, Constancia, Toromocho y Cerro Verde) cuentan con convenios de estabilidad tributaria que solo expirarán en varios años más.
Otras opciones
Ante este escenario, al Gobierno no le quedaría otra alternativa sino sentarse a negociar con los operadores de estos proyectos para obtener contribuciones voluntarias, como lo hizo en su momento el gobierno de Ollanta Humala.
De allí deviene el Gravamen Especial a la Minería (GEM), pero también el Impuesto Especial a la Minería y en 80% respecto al primer semestre del 2019. Y para el 2022. se espera una recaudación histórica récord.
Por esta razón, Shinno aconseja enfocar los esfuerzos del Ejecutivo en mejorar la gestión de los gobiernos regionales, habida cuenta de que estos y algunos ministerios “devuelven cada año más de S/10 mil millones al Tesoro Público”.
Si el Gobierno insiste en recabar contribuciones, sin embargo, el exfuncionario ve conveniente que obre con mucha prudencia para que no perdamos competitividad. un rubro en el cual la minería del Perú está a la zaga frente a sus pares en la región.
Fuente: El Comercio