Con muchas cosas que han cambiado, para nunca ser las mismas, el director de la empresa Microsoft Sudáfrica, Amr Kamel, dice del poder de la tecnología: “Siempre ayudará a las personas y organizaciones a adaptarse, reinventar y transformar”.
La industria minera de Sudáfrica contribuyó con 360.000 millones de rands a la economía del país en 2019 y emplea a casi 500.000 personas, lo que, según Kamel, demuestra que “el sector minero forma una parte importante de la economía”. Sin embargo, la economía se ha enfrentado a muchos desafíos en los últimos años: disminución de la producción, debilitamiento de la competitividad mundial en materia de costos, volatilidad de los precios de los productos básicos, incertidumbre normativa y suministro de energía poco fiable.
Esos desafíos, combinados con los efectos de la pandemia Covid-19, ponen de relieve la necesidad de que el sector encuentre soluciones que puedan “desplazarlo e impulsarlo” para recuperar su competitividad y seguir siendo un contribuyente e impulsor clave de la recuperación económica del país, especialmente después de la pandemia.
“Aquí es donde el papel de la tecnología se vuelve muy importante porque para cada organización en este momento, estos son tiempos sin precedentes. Empresas de todos los tamaños e industrias enteras necesitarán ajustarse al cambio estructural en los próximos meses”, afirma.
Kamel explica que la tecnología será un aliado clave en el relanzamiento de las empresas y señala que las soluciones, que se conceptualizan y construyen en colaboración, están ancladas en cuatro áreas principales: servicios comunitarios e impacto social, salud y seguridad, medio ambiente y transformación digital responsable.
Si bien lo digital es el futuro de la minería, la cuestión es la rapidez con que las empresas mineras pueden transformarse para impulsar el crecimiento.
“Para ello es necesario asociarse con empresas de tecnología como Microsoft a fin de reimaginar soluciones que aborden retos empresariales específicos y mejoren el rendimiento y la eficiencia de las operaciones”, dice Kamel.
Aunque la pandemia del Covid-19 ha demostrado que ninguna empresa es 100% resistente, dice el gerente de la división local de ABB para soluciones mineras, John Manuell, lo que es más importante es que muchos de los riesgos que prevalecían antes de la pandemia todavía existen.
Entre ellos se encuentran los riesgos o desafíos, como que los cuerpos se vuelvan más complejos y profundos, el aumento de los precios de la energía y los costes laborales e incluso la competencia mundial.
“Mirando los aspectos más digitales y hacia dónde van las cosas ahora, uno de nuestros mayores riesgos es la falta de visibilidad de lo que está sucediendo en nuestras plantas. ¿Qué tan bien conocemos la ubicación de nuestra gente y equipo?
“¿Y con qué rapidez podemos hacer llegar la información a la sala de control para tomar decisiones si las cosas están cambiando?” se pregunta, señalando que estos son algunos de los riesgos clave que pueden ser resueltos, hasta cierto punto, con la digitalización.
Mientras estos riesgos permanezcan y aparezcan otros nuevos, el director general de Accenture Eric Croeser dice que las empresas mineras deberían centrarse en cómo la industria ha estado y está, además, utilizando la tecnología para garantizar la seguridad de las personas en el entorno de una operación minera.
Otro componente sería el de llegar a una producción segura, y tener la capacidad de hacer las cosas a distancia, gracias a las tecnologías digitales.
“Si empezamos a tener todas las piezas de la cadena de valor [y sus datos] enlazadas, podemos empezar a impulsar el potencial de optimización masiva simplemente usando las matemáticas adecuadas de la cadena de valor, y creo que es ahí donde se va a dirigir el impulso principal”, dice.
“La capacidad de hacer más cosas de forma autónoma y liberar la capacidad de tiempo de las personas para empezar a desempeñar funciones de liderazgo en lugar de funciones de estilo matemático, ahí es donde estará el verdadero desbloqueo de valor”.
Fuente: Mining.com