- Durante la XIV Conferencia del Gas Natural Perú 2025, Arturo Vásquez, exviceministro de energía precisó que, a diferencia de lo que se señalan algunos especialistas, el Perú sí cuenta con reservas importantes de gas natural: el Lote 58 es la prueba de ello.
El Lote 58, ubicado en Cusco, representa una oportunidad inmediata para reforzar la balanza comercial de hidrocarburos del país y contribuir con importantes recursos económicos por concepto de regalías y pago de impuestos, así lo explicó el economista y exviceministro de energía, Arturo Vasquez durante su intervención en el panel “Factores clave para impulsar la inversión en exploración y ampliar las reservas”, durante la XIV Conferencia del Gas Perú 2025.
Vasquez indicó que, cuando se habla de manera tremendista de que el gas se acabará, se omite que tenemos un depósito prácticamente listo en el Lote 58, con reservas certificadas que en cualquier momento podrían comenzar a despacharse al mercado.
“Se comenta que no tendríamos gas, que faltaría gas. Sin embargo, contamos con el Lote 58 como parte de la recuperación de reservas. A diferencia de Bolivia, Perú sí tiene gas: el Lote 58 es prueba de ello. Además, existe un 20% de la producción diaria de gas que hoy se reinyecta y que debemos poner en valor”, puntualizó.
Falta formalizar acuerdo comercial para su puesta en valor
El especialista recordó que el Lote 58, operado por CNPC, ya cuenta con reservas certificadas listas para entrar en producción, lo que convierte a este activo en una oportunidad inmediata, sin embargo, precisó que aún es necesario formalizar los acuerdos comerciales con Pluspetrol para capitalizar la infraestructura existente que permita su desarrollo eficiente.
Asimismo, explicó que las reservas actuales permitirían atender la demanda de gas por aproximadamente 15 años. No obstante, advirtió que esta ratio debe sostenerse en el tiempo mediante nueva exploración y promoción de inversiones en campos existentes, a fin de mantener la seguridad energética del país.
Vasquez hizo un llamado a construir nueva infraestructura, como una red de gasoductos hacia el sur y el norte del país, lo que no solo permitirá aprovechar plenamente las reservas ya descubiertas, sino también abrir nuevas oportunidades de desarrollo industrial, agroexportador y de generación eléctrica competitiva.
“La infraestructura es la gran tarea pendiente. Así como ocurrió con Camisea, la construcción de gasoductos generará nueva demanda y permitirá poner en valor el gas que ya tenemos”, sostuvo Vásquez.
Una agenda energética de largo plazo
Vásquez destacó la urgencia de avanzar en una agenda energética de largo plazo que combine exploración, producción e infraestructura, colocando al Lote 58 como un eje central como el primer proyecto a corto plazo para el sector hidrocarburos y que puede contribuir con recursos al crecimiento económico del Perú.