Luis Miguel Castilla

ProActivo | Luis Miguel Castilla exministro de Economía y Finanzas habló sobre la importancia de la rentabilidad social sin que caiga en el “síndrome de la refundación” y que sea adoptada con prudencia, porque conlleva hacia la ejecución óptima de proyectos de inversión, entre ellos los mineros.

En las últimas tres décadas el nombre de Perú estuvo en vitrina por su importante producción minera, que enriqueció las reservas del país. La presencia de firmas de clase mundial trajo consigo encadenamientos que generaron un ecosistema financiero óptimo para otro tipo de industrias productivas.

Indudablemente el país avanzó respecto a cómo era a inicios de los años 90.  En ese sentido, el ex ministro de Economía y Finanzas Luis Miguel Castilla manifestó que para tomar adoptar nuevas políticas hay que reconocer lo avanzado.

“No es bueno pensar: ‘yo entro y ahora todo lo voy a hacer distinto y estará mejor’”, afirmó Castilla, en declaraciones recogidas por ProActivo, durante el foro “Rentabilidad Social y la minería peruana”, organizado por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.

Manifestó también que el país está en la necesidad de generar una reactivación económica que genere empleo y divisas, y genere además inversión responsable y sostenible, como la que se tiene en el país en gran medida. Lo que se requiere, subrayó, es, predictibilidad y estabilidad en las reglas del juego. “Eso no se puede subestimar y soslayar porque finalmente son expectativas y percepciones lo que manda las decisiones de inversión de nuevos proyectos o de continuarlos o de pararlos o de reformularlos”, expresó.

El tema fundamental, explicó Castilla, es la pérdida de competitividad que ha tenido el país en el sector minero durante los últimos años, atribuida a la conflictividad social que no se ha podido prevenir ni atajar de manera adecuada. “Lo que hemos tenido, más bien, ha sido una captura por grupos de interés y se ha politizado mucho esa agenda”, acusó

En esa línea reflexiona que el concepto de rentabilidad social es un tema que requiere ser abordado con prudencia, con inteligencia y pragmatismo. “No estamos para refundar nada sino para construir sobre lo avanzando”, consideró.

“Cuando hablo de rentabilidad social, pienso en las externalidades positivas (que involucran esos proyectos) como transporte que ahorra tiempos en la movilización de los ciudadanos e irrigación, con el que se gana más hectáreas para la agricultura”, fundamentó.

Estado, empresa y sociedad

Castilla consideró que la rentabilidad social debe ser concebida como una interrelación y actuación conjunta entre el Estado (gobiernos, central, regional y municipalidades) la empresa privada y la población, asignándoles roles específicos. “Involucra obviamente los temas de empleo, de desarrollo local y territorial, que son partes fundamentales”, destacó.

En tal sentido, dijo que las obras de infraestructura física de conectividad que por lo general realizan las empresas mineras, deben ser accesibles a todos los ciudadanos del   área de influencia de las operaciones de esa actividad extractiva.

Esos factores deben ser cuantificados y potenciar su impacto social, pensando en la población en su conjunto.

Seguridad jurídica y física

Sin seguridad jurídica no puede empezar la inversión y sin la inversión no puede darse la rentabilidad social. “Las empresas que estén en proceso de renovar su estudio de impacto ambiental, que incluye temas sociales, pueden sentir que necesitan más claridad de cuáles son las nuevas reglas legales que hay que cumplir y los estándares establecidos. Y, por lo tanto, no se introduzca inseguridad jurídica o falta de información al respecto”, explicó.

El impedimento para el transporte seguro y adecuado de la producción en las mineras, se ha convertido en los dos últimos años en un problema recurrente puesto que padecen de bloqueos.

Al respecto Castilla dijo que es urgente asegurar el libre tránsito imponiendo orden y la ley.  “Mantener el estado de derecho es responsabilidad del Estado”, acotó por lo que recomendó precisar las funciones que les competen a los gobiernos locales y regionales.

“Hoy los proyectos mineros son rentables privada y socialmente, por lo que se  requiere construir sobre lo ya avanzando”, puntualizó.

Articulación

Reconoció que la articulación de esta tarea a niveles de gobierno no es nada fácil, pues subsisten diversos problemas. “Usualmente este trabajo tiene tropiezos. Recuerdo los pleitos a morir en mis épocas en el gobierno, entre el MINEM y MINAM, por lo que muchas veces es muy difícil esa articulación en los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local)”, trajo a colación.

Aseguró que tener una visión articulada entre los actores no es un tema trivial, “porque esta carencia genera costos de transacción muy elevados y genera un poco la parálisis productiva y económica que hoy vemos”.

Luis Miguel Castilla comentó que ese problema también es consecuencia de tanta rotación de autoridades y de la falta de cuadros idóneos para hacer la función que corresponde, “y que deviene en corrupción”.

Finalmente precisó que se requiere “tener una visión conjunta que levante expectativas y las materialice”.