Manuel Fumagalli

Después de alcanzar una inversión en el sector de más de US$ 6,150 millones en el 2019, Manuel Fumagalli, presidente de la SNMPE indicó que este año será difícil lograr superar esa cifra, o siquiera igualarla.

El año pasado, la producción minera se contrajo 0.84%, mientras que la inversión en el sector sumó US$ 6,157 millones (24.5% de crecimiento), sostenida principalmente por solo tres proyectos que vienen desde el 2018. Además, en el 2019 las exportaciones mineras retrocedieron 2.9% (sumaron US$ 28,074 millones).

En este contexto, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Manuel Fumagalli, indicó que este año el Gobierno debe “dar señales claras y mostrar un liderazgo firme” para que retome su rol promotor en el sector busca de cerrar brechas y reducir pobreza.

¿Cómo evaluaría al sector?

Vemos con preocupación el crecimiento del sector minero, más allá de las cifras de inversión. El crecimiento orgánico sostenido del sector minero peligra.

¿Por qué?

Si uno analiza el monto de inversión, el 40% está sustentado exclusivamente en tres proyectos que están en construcción: Mina Justa, Quellaveco y la ampliación de Toromocho, que vienen desde el 2018. Y en el 2019 no se ha iniciado la construcción de un solo proyecto de envergadura de los que estaban en portafolio.

¿Se iniciará la construcción de algún proyecto este año?

Para este año tenemos seis proyectos (ver tabla) que el Ministerio de Energía y Minas (Minem) ha puesto en su lista para que se construyan, que suman casi US$ 4,000 millones (inversión total), pero si uno ve, no están listos para iniciar.

Aun así, creo que si tomamos acciones, se va a poder lograr. Lamentablemente, en la lista no está Tía María.

¿En qué situaciones están esos proyectos del 2020?

En Corani, se está avanzando en el financiamiento para su desarrollo. Pero para ello, tiene que haber señales claras del Estado para que se den certezas a los inversionistas.

Yanacocha Sulfuros está en fase de factibilidad y requiere la aprobación de su directorio. También tenemos la Integración Coroccohuayco, que si bien se le ha aprobado su estudio de impacto ambiental (EIA), hoy está sufriendo de conflictividad social azuzada por algunos actores, porque se está confundiendo el proceso de aprobación del EIA con el proceso de consulta previa.

Y, finalmente, San Gabriel, que está avanzando en su fase de factibilidad y también requiere la aprobación de su directorio. Además, hay dos ampliaciones menores.

¿Cree que se dinamice rápidamente el sector si se inician las obras en estos proyectos?

Es difícil que veamos gran impacto con el inicio de construcción de estos proyectos porque toma su tiempo, pero solo escuchando que se aprueba el inicio de la construcción, eso ya es una señal potente.

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Sobre Tía María, ¿cree que el nuevo Gobierno debe ponerlo como primer punto?

Se tiene que planificar todo y tiene que haber un liderazgo en la búsqueda de consenso con todos los actores. Pero los espacios de diálogo se pueden generar desde este año para aclarar las dudas y generar las condiciones para que avance el proyecto. Acá nadie quiere imponer un proyecto ni que se genere violencia, pero el rol claro y fundamental de todo Estado es promover la inversión para que eso genere beneficios a todos los peruanos.

Exploración minera

Otro punto importante es la exploración, que no ha tenido los mejores resultados. ¿Cuál es la expectativa para el 2020?

Si uno ve desde el 2012, hay una tendencia a la baja en la inversión en exploración minera. Solo el año pasado, se han dado US$ 357 millones, lo que representa un 14% menos que en el 2018 (ver gráfico).

Y se trata de una caída en una actividad que es clave para justamente el crecimiento orgánico que haga que nuestro portafolio de proyectos crezca y se desarrolle.

Si se trabaja rápidamente en solucionar la sobrerregulación y tramitología, se puede dar un cambio rápido. Hay fondos y empresas que ven el potencial geológico del Perú y quieren venir, pero cuando tenemos procesos que demoran dos a tres años para hacer actividades de muy bajo impacto, estos inversionistas se van a otros países.

¿Cómo impulsarla?

Tenemos situaciones como el tema de la consulta previa que se exige a la exploración minera, pero además se exige en la fase antes de la explotación y de la construcción de proyecto, en la fase de beneficio y en la fase de transporte.

Lo que queremos es que en exploración, que es una actividad de muy bajo impacto, la consulta previa sea posterior, cuando se sepa que existe un proyecto y se pueda explicar cómo va a ser el proyecto.

¿Se va a contraer este año?

No debería. Estamos a tiempo para revertirlo.

Con todo lo que ha mencionado, ¿es posible igualar la cifra de inversión del 2019?

Va a ser difícil. Estos tres proyectos que nos han ido apuntalando la inversión van a ir culminando y va a haber una menor inversión en esa línea. Y si no revertimos la caída en exploración y no activamos algunos de los proyectos, va a ser difícil superar esa cifra o siquiera mantenerla. Pero no es imposible si se toman las medidas hoy y el Estado muestra liderazgo para superar las barreras.

Conflictos sociales

El año pasado, como resultado de conflictos sociales, incluso, se detuvieron algunas actividades. En este contexto, ¿cómo ve el inicio del año?

La conflictividad social no ha cesado, hemos tenido ya situaciones en el corredor minero del sur en estos primeros meses que han paralizado dos operaciones mineras.

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El tema de la conflictividad es una barrera y un desafío que se tiene que trabajar, y ahí buscamos que el Estado lidere espacios de diálogo con un foco en cierre de brechas sociales con diagnósticos y planes integrales que involucren a los actores.

¿Usted cree que este año los conflictos sociales puedan escalar al mismo nivel del 2019?

Hay lecciones aprendidas del año pasado y el Estado ha tomado acciones para manejar los aspectos de conflictividad, pero claramente no son suficientes todavía. Aún hay pasos que seguir, pero yo espero que este año no vivamos esa misma conflictividad y se avance en el cierre de brechas.

Para eso va a ser fundamental poner en valor rápidamente los recursos que ya existen generados por canon y regalías.

Si bien usted dice que esperan que no se repita el escenario, siempre es un riesgo latente…

Siempre es un riesgo latente, pero si uno analiza la conflictividad tiene dos grandes causas.

Una es la falta de servicios básicos y ausencia del Estado.

Y la otra es la percepción de incumplimientos o impactos (ambientales) y la falta de conocimiento de qué es la actividad minera responsable moderna.

La primera debe enfocarse en cierre de brechas y desarrollo, y la segunda en una mayor comunicación.

Contexto internacional

La preocupación por el coronavirus está afectando ya los precios internacionales. ¿Esto podría ocasionar que la minería no logre repuntar?

El año pasado el precio del cobre se impactó con la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Pero en enero de este año ambas economías firmaron un acuerdo preliminar que auguraba que esto iba a ayudar a que mejore. Sin embargo, vino la preocupación por el coronavirus, que efectivamente está generando incertidumbre sobre el impacto que tendría en la economía china.

Representando China el 19% del PBI mundial, consumiendo el 50% de todo el cobre mundial, y considerando que el 60% de nuestras exportaciones de cobre van a China, claramente cualquier impacto que tenga este virus sobre la industria de ese país y su economía es de preocupación.

¿Ya hay impacto en los envíos mineros peruanos?

Ya estamos viendo en algunos casos situaciones en las que embarques y pedidos de minerales se están retrasando, pero no en el Perú. Aún no tenemos conocimiento de que haya embarques peruanos de concentrado o cátodos retrasados por esto, pero es algo que preocupa y hay que monitorear.

¿Qué tanto se puede compensar el sector tras la subida del precio del oro, por este mismo contexto?

Sí hemos visto un incremento en el precio del oro, como refugio de valor ante esta situación de incertidumbre de la economía china. Y el Perú tiene la virtud de ser un país polimetálico. Sin embargo, nos preocupa que en la última encuesta mundial “Mineral Commodity Summaries 2020” del Servicio Geológico de los Estados Unidos hemos retrocedido un puesto.

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¿Cómo se explica?

En el tema del oro es complicado, porque no hay nuevos yacimientos ni descubrimientos de gran tamaño. Vemos una baja constante desde el 2009 en la producción de oro; solo el año pasado se produjo 8% menos que en el 2018. Si bien el año pasado se compensó por el incremento del precio del oro, que subió en 10%, al final tuvimos como resultado un valor de exportación de 2% a 3% más, cuando el resultado pudo ser mucho mejor.

En dicho ranking, nos mantuvimos segundos como productores de cobre…

Si bien nos mantenemos después de Chile, claramente no hemos visto crecimiento de producción de cobre que podríamos fácilmente tener si ponemos en valor los proyectos. Además, en el tercer puesto está China, pero la brecha entre ellos y Perú es de alrededor de 800,000 toneladas de cobre. Si China comienza a desarrollar proyectos, esa brecha se puede acortar y en los siguientes años podríamos perder la posición.

“Cambios a Ley de Minería deben darse sin premura”

El presidente de la SNMPE, Manuel Fumagalli, señaló que fueron citados por la Comisión para el Desarrollo Minero Sostenible, encargada de plantear los cambios en la Ley de Minería.

Si bien la sociedad planteó sus propuestas, Fumagalli señaló que espera que las decisiones que se tomen finalmente no estén enmarcadas en presiones políticas de ningún tipo.

“Esperamos que se revise la mejora de la normativa con un foco de lograr la sostenibilidad y competitividad del sector minero, sin premuras, de manera técnica y sin presiones políticas de ningún tipo”, subrayó.

¿Qué planteó la SNMPE?

Una de las propuestas que se planteó fue la de eliminar la consulta previa antes de la fase de exploración. Además, se instó a que se haga un comparativo con la normativa en otros países para adoptar las mejores prácticas y lograr que los procesos sean más rápidos y centralizados.

“También hablamos sobre el cierre de brechas y asegurar que se ponga en valor todos los recursos de canon y regalías para reducir la conflictividad, que se hagan planes de diagnóstico social y trabajos en esa línea”, agregó.

Y se propuso que se destinen los recursos del canon y regalías a proyectos que estén en orden de prioridad, empezando por agua y saneamiento, y salud.

Sobre la posibilidad de que los gobiernos regionales asuman la fiscalización ambiental de mineras, indicó que estos “ni siquiera han podido avanzar con la pequeña minería y la artesanal, menos podrían tener grandes avances con la gran minería”.

Fuente: Gestión