Enrique Rodríguez, gerente general de Marcobre (Foto: Gestión)
“Tenemos un plan de exploraciones brownfield cerca de la zona de Mina Justa”
Proyecto minero estará listo a fines del 2020. Más de 3,400 personas participan en su construcción. La mina ocupará 5,000 de 60,000 hectáreas de la concesión. Usará agua de mar en gran parte del proceso de explotación.
Enrique Rodríguez viaja cada dos semanas a supervisar las obras de construcción de Mina Justa, el proyecto minero de Marcobre. Es el CEO de la compañía, que es subsidiaria de Minsur. La mina, ubicada a 40 minutos de Nasca, es el debut de la compañía en la explotación de cobre.
En diciembre del 2017, la compañía aprobó darle luz verde al proyecto. El 2018 fue clave. La compañía empezó, aceleró la inversión y en abril del año pasado, Alxar de Chile compró el 40% de Marcobre.
¿El objetivo de esta venta fue financiar el proyecto?
El único riesgo en un proyecto no solo es el financiero, hay también otros riesgos en el desarrollo de la industria, sobre todo con un proyecto tan grande. Además, este es el ingreso tanto de Alxar como de Minsur al cobre. La decisión fue compartir el riesgo.
¿Demora mucho sacar adelante un proyecto de esta envergadura?
No solo en el Perú, lo mismo pasa en países como Estados Unidos o Canadá, con proyectos que pueden tomar 10 o 12 años. Acá se requieren estudios con mucho detalle que toman su tiempo.
¿Cuánto costará construir Mina Justa?
Costará US$ 1,800 millones, de los cuales US$ 1,600 millones están destinados a la obra, la ingeniería de detalle, construcción y la puesta en marcha. Los otros US$ 200 millones son intereses y asesorías específicas.
¿Cuándo empezó la construcción?
Marcobre adelantó las inversiones con el objetivo de asegurar la mejor toma de decisión. Arrancamos en enero del 2017 con una parte de la ingeniería de detalle. En setiembre del 2018, el directorio decidió la aprobación de fondos totales para la inversión del proyecto.
¿De los US$ 1,800 millones, cuánto ya se invirtió hasta la fecha?
US$ 350 millones. En este momento, hay 3,400 personas trabajando en la mina, aunque tenemos un contingente de 150 personas aún en Lima. Mucho del equipo de operación ya está allí. Ya estamos preparándonos para el preminado, es decir, preparar el tajo de la mina para llegar al mineral de óxido, y a finales del próximo año llegar a la fase del mineral de sulfuro. Cada uno va a su propia planta.
¿Qué puerto usarán?
El puerto de San Martín, en Pisco.
¿Y qué pasa con el agua?
Vamos a usar agua de mar. El recurso agua es escaso en la zona.
¿Van a desalinizar?
Ciertos elementos del proceso, en la planta de óxido, sobre todo, es con agua desalinizada. La planta de desalinización es pequeña y es básicamente para uso doméstico y ciertos procesos. Pero casi toda la operación es con agua de mar.
¿Cuándo acaba la construcción?
En octubre del 2020.
¿Cuándo calculan la recuperación de la inversión?
Esperamos que sea en cuatro años. El mejor momento de la explotación deben ser en los primeros seis años. Vamos a producir hasta 150 mil toneladas de cobre fino por año en esa etapa. De ahí bajará. Nuestro promedio será de 110 mil, 115 mil toneladas anuales. La vida de la mina es de 16 años.
Precisamente, ¿hay planes para ampliar la vida de la mina?
Todo el tiempo estamos en campañas de exploración. El proyecto Mina Justa ocupa alrededor de 5,000 hectáreas, pero el área total de la concesión es de 60,000 hectáreas. Tenemos un plan de exploraciones brownfield cerca de la zona de la mina, con la idea de añadir más recursos al proyecto. Este es un proceso de largo plazo.
Hay buenas noticias…
Todo está muy prematuro. El tema no es encontrar el mineral, sino ver que los números cuadren. Tenemos mucha expectativa.
¿Hay otros proyectos de Marcobre más allá de Mina Justa?
Fuera de esta zona no, estamos concentrados en la zona de Nasca.
La otra mirada: relación con San Juan de Marcona
Mina Justa se ubica en el distrito de San Juan de Marcona en la provincia de Nasca. Viven alrededor de 14 mil habitantes. Según Enrique Rodríguez, la relación con la población es buena. Ya tuvieron reuniones con las nuevas autoridades de la región. “De hecho, este distrito era el campamento de la Marcona Minning”, recuerda el ejecutivo. “La zona tiene un vínculo histórico con la minería”. Es más, 700 personas de la zona laboran en esta etapa del proyecto.
El ejecutivo indicó que desde el 2012 se empezaron a implementar una serie de iniciativas en la zona. “Hemos preferido mirar hacia el mar”, sostiene para explicar el plan. Este incluye inversiones en la reserva de Punta San Juan. En ambos casos el objetivo es potenciar los espacios turísticos. A ello se suman inversiones en agua y desagüe, las que acaban de iniciarse. Estas se pagarán bajo el esquema de obras por impuestos.
Fuente: Gestión