La minería tiene un impacto más grande de lo que se piensa. Esta actividad beneficia a más de 7 millones de peruanos, es decir, un 22% de toda nuestra población, debido a toda la cadena productiva que se genera con su desarrollo en las distintas regiones donde opera.
Así lo aseguró Roberto Maldonado, primer vicepresidente del IIMP, en el marco de la Semana de la Ingeniería de Minas 2021, organizada por el Capítulo de Ingeniería de Minas del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú.
Explicó que la minería en el país actualmente emplea cerca de 200 mil personas y alrededor de 1.6 millones de empleos correspondientes a proveedores; ellos, dijo, benefician a su vez en 5.3 millones personas que son principalmente su familia o empleados.
Desafío de inversión
Maldonado indicó que el Perú cuenta con una impresionante cartera de más de USD 56 mil millones en 46 proyectos mineros, pero que muchos de ellos no avanzan debido a una serie de factores empresariales, sociales e incluso políticos.
Destacó a la región Cajamarca, que cuenta con el mayor monto de inversiones (USD 17 mil millones de) pero que a la fecha no ha logrado avances en proyectos mineros como Conga, El Galeno o La Granja, los cuales tienen un contexto relativamente complicado.
Añadió que en cuanto al inicio de construcción de proyectos, a partir del 2022 se comienza a notar un retroceso considerable. Y que no tenemos si no hasta el 2025 proyectos que podrían generar un impacto importante. “La visión de largo plazo no muestra la tendencia que hemos tenido los últimos años”, refirió.
También resaltó la importancia de que haya más proyectos y operaciones mineras por su papel en el fisco peruano. “La generación de más proyectos y operaciones mineras puede hacer posible que la recaudación del fisco aumente y ayude a que este déficit fiscal que ya se está generando pueda ser cubierto y generar contribuciones que puedan brindar mayores posibilidades para las regiones”, comentó.
En ese sentido, sostuvo que debe visibilizarse en la agenda política, de cara a las elecciones, la generación y puesta en marcha de proyectos mineros.
Por su parte, Miguel Cardozo, segundo vicepresidente del IIMP, se refirió a la relevancia de la exploración y los problemas que enfrenta, ya que las regulaciones que controlan los permisos son exageradas, irrazonables e inútiles.
“El futuro de la minería y del país depende de que podamos hacer una exploración ordenada, sistemática y de largo plazo”, enfatizó.
Advirtió que en el 2019, en el país se invirtió el 4% de toda la inversión mundial en exploración, lo que significa un retroceso ya que en algún momento llegamos al 7% y no habíamos bajado del 5% en los últimos años.
Iniciativas
Francisco Ísmodes, exministro de Energía y Minas del Perú, mencionó que existen problemas que hacen retroceder a la minería peruana. En ese sentido, resaltó la importancia de continuar con las iniciativas Visión de la Minería al 2030 (Rimay) y el informe elaborado por la Comisión para el Desarrollo Minero Sostenible, pues “generan un conocimiento de la problemática con algunas propuestas para empezar a trabajar decididamente en un cambio”, dijo.
Señaló que también debe haber continuidad en la implementación de iniciativas para mitigar los pasivos ambientales, además de una continuidad y un mejor avance en la formalización minera.
Finalmente, Antonio Samaniego, expresidente del IIMP, refirió que debe encontrarse una solución para que la gran minería comparta los yacimientos que no puede trabajar porque no tienen ni el tamaño ni dimensiones necesarias, pero que sí lo puede hacer la pequeña minería, para de esa manera darle valor al potencial geológico del país.
Dijo que el gran inconveniente de que suceda esto es que la ley de formalización minera contempla un aspecto que es el contrato de explotación, “que es un tema que está causando bastante retraso en la formalización”, remarcó.
Fuente: IIMP