Por: Ing. Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Esta semana, Anglo American entregó un lote de 10 mil pruebas rápidas para el descarte del Covid-19 a la región Moquegua, que es solo una muestra del permanente respaldo que vienen brindando las empresas mineras a las poblaciones en este momento de emergencia sanitaria.
A ello se suman otras importantes iniciativas implementadas por dicha compañía, como el programa Agro Quellaveco, que otorga créditos a los agricultores y ganaderos moqueguanos para resistir esta coyuntura, o los recursos otorgados a través del Fondo de Desarrollo de Moquegua, muy bien recibidos por los lugareños.
Pero además de estas contribuciones, es importante resaltar que nuestro país hoy más que nunca, requiere del impulso de proyectos de gran envergadura como Quellaveco, que ayudarán a la reactivación de nuestra economía en medio de esta crisis sin precedentes en la historia de la humanidad.
Este emprendimiento, que reanudará su construcción muy pronto, no solo ayudará a generar más puestos de trabajo, dinamizar cadenas productivas y obtener más ingresos fiscales, sino también a incrementar nuestra producción de cobre (300 mil toneladas por año).
Estos mismos beneficios para el país y la población, lo podrían hacer otros proyectos como Tía María o Conga, que lamentablemente hoy se encuentran paralizados, y resulta indispensable promover sus bondades para lograr un entendimiento con el entorno donde se encuentran, y así poder sacarlos adelante.
El cobre es nuestro metal de bandera y nos permitirá mirar el futuro con mayor optimismo. En los últimos cinco años, duplicamos su producción pasando de 1.2 a 2.4 millones de toneladas de cobre fino, gracias a la puesta en marcha de proyectos como Las Bambas, Constancia y Ampliación Cerro Verde.
Y si logramos cristalizar más proyectos como los del Cinturón del Cobre del Norte (Michiquillay, Galeno, Conga, Tantahuatay, Cerro Corona, La Granja y Cañariaco) podríamos sobrepasar tranquilamente los 5 millones de toneladas de cobre fino en el 2035, como apunta el libro Cobre. El futuro del Perú, de Cimade.
De otro lado, respecto al oro podemos decir que si bien nuestras exportaciones cayeron un 65% en marzo del 2020, a pesar de que su cotización registró un incremento de 23.4%, consideramos que lo realmente preocupante está relacionado al desempeño de nuestra producción aurífera, un tema pendiente que aún no hemos logrado resolver.
Más allá de nuestro posicionamiento como líderes en producción de oro en Latinoamérica, se sabe que nuestro país viene acortando su cuota productora de oro en los últimos años, debido al agotamiento de reservas y a la ausencia de nuevos hallazgos en nuestro territorio. Una tarea en la que debemos enfocarnos.
En resumen, uno de los retos urgentes que tenemos como país para sacar adelante más emprendimientos mineros es lograr alcanzar un pacto social entre todos los peruanos (Gobierno, empresas y sociedad civil), así como, también, realizar un mayor esfuerzo para simplificar trámites y permisos.
Esperamos que en el marco de esta difícil coyuntura reflexionemos juntos y se brinde el respaldo que tanto necesita la industria minera para sacar adelante al país.
Fuente: IIMP