Por: Alfonso Bustamante Canny, presidente de la CONFIEP.
Uno de los mecanismos más eficaces para acelerar el crecimiento económico del país y, a la vez, cerrar brechas sociales, es el de Obras por Impuestos (OxI). Con este sistema, creado en 2008, las empresas contribuyentes pueden utilizar el dinero reservado para pagar impuestos con proyectos públicos presupuestados. Un certificado de inversión pública regional y local (CIPRL) o del Gobierno nacional (CIPGN), que son certificados negociables y fraccionables, acreditará el pago de los tributos.
Así, la empresa agiliza la ejecución de proyectos de inversión pública de alto impacto social en su zona de influencia, lo que beneficia a su entorno y a sus trabajadores. De algún modo, los impuestos van a una obra de un interés mayor, no a la bolsa general del Estado.
El mecanismo ha sido mejorado, ampliando los límites a los impuestos para ser utilizados, ampliando también la paleta de financiación, al incorporar servicios, operación y mantenimiento de cualquier proyecto.
Proponemos que las empresas comprometan de antemano la compra de certificados, a través de contratos estandarizados, para promover la oferta de proyectos de su interés. Con ello se desarrollaría un mercado secundario de certificados, masificando el sistema. Es importante destacar que el Ministerio de Economía y Finanzas garantiza la entrega del CIPRL, si el gobierno local tarda en expedir la acreditación.
A pesar del importante desarrollo nacional en los últimos 30 años, gracias a una economía social de mercado, son muchas las brechas sociales y de infraestructura que subsisten en el Perú, y no por falta de recursos económicos, sino por una limitada capacidad de los gobiernos para ejecutar obras de infraestructura y gestionar servicios públicos. Ello resta competitividad al país y mantiene a un importante número de compatriotas en una situación de vulnerabilidad.
Los tipos de proyectos pueden ser de diversos ámbitos, como ambiente (recuperación de ecosistemas), comunicaciones (internet), educación (instalación de laboratorios en colegios), justicia (establecimientos penitenciarios), seguridad (ampliación de comisarías), pesca (edificación de muelles), protección social (programas sociales como Cuna Más, Qali Warma o “casitas calientes”), salud (postas médicas y lucha contra la anemia infantil). Como se observa, es amplia la posibilidad de contribuir con el sistema OxI.
Es importante que el sector privado responda a esta convocatoria. Si las empresas se comprometen a comprar los CIPRL o los CIPGN, o porciones de estos condicionado a que se haga tal o cual obra de infraestructura o se brinde algún servicio, crearemos una demanda que incentivará el desarrollo de la infraestructura deseada por el contribuyente.