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La calificadora Fitch Ratings ratificó la situación estable de la economía peruana al mantener la calificación soberana de largo plazo de Perú en ‘BBB+’. La calificadora destacó el sólido historial y credibilidad de las políticas macroeconómicas del país, lo cual “ha afianzado la estabilidad macroeconómica y financiera”.

El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, destacó el reconocimiento por parte de Fitch Ratings de las fortalezas de la economía peruana, así como del manejo prudente de la política fiscal, sobre todo porque esta estabilidad se ve proyectada en el mercado externo e interno. “Este tipo de calificaciones permiten que el Perú siga siendo un país atractivo para las inversiones, dicha calificación se produce además en un contexto en el que la economía peruana se ha mostrado resiliente y se viene recuperando tras los shocks transitorios que afectaron a los sectores primarios”, indicó.

Fitch considera que para que la calificación crediticia de Perú mejore es necesario i) un mayor nivel de crecimiento que reduzca la brecha de ingresos per-cápita entre el país y economías con similar calificación crediticia, ii) fortalecimiento institucional y gobernanza del país, y iii) mejora significativa de las finanzas públicas y las cuentas externas, además de una reducción de la dolarización financiera. Asimismo, destaca la implementación por parte del Gobierno del Plan Nacional de Competitividad y Productividad, así como del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad, como instrumentos que podrían impulsar la inversión y la productividad de la economía peruana.

En lo que va del año, el riesgo país de Perú ha alcanzado en promedio 106 pbs., por debajo de lo registrado por otras economías de la región como Brasil (244 pbs.), México (209 pbs.), Colombia (187 pbs.) y Chile (134 pbs.).

Cabe destacar que en junio la agencia internacional Moody’s mantuvo la calificación soberana de largo plazo de Perú en grado de inversión A3, con perspectiva estable, ratificación que contrastó con la obtenida por otros países de la región, que han registrado un deterioro en su calificación crediticia o un cambio hacia perspectivas negativas.