El riesgo de desabastecimiento de electricidad en el país es latente por eventos como la escasez de lluvias, restricciones en el suministro de gas natural y el mantenimiento de las hidroeléctricas, lo cual reduce el margen de reserva eléctrica con que contamos, advirtieron destacados expertos en este campo.
Fue con ocasión de la presentación del estudio “Mercado eléctrico en el Perú: Balance de corto plazo y agenda pendiente”, elaborado por Rafael Vera Tudela, del Banco Central de Reserva, Carlos Paredes, investigador del Instituto del Perú de la Universidad San Martín de Porres (USMP) y el profesor de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, Enzo Defilippi.
Reserva eléctrica decreciente
Rafael Vera Tudela, del BCR, puntualizó que en la última década la reserva eléctrica registró una tendencia decreciente, la reserva disponible enfrenta restricciones diversas y las condiciones hidrológicas restringen la oferta hidro, en época de estiaje.
“Dada la capacidad disponible del ducto de TGP y la demanda de otros usuarios de gas natural (GN), la oferta de las centrales que utilizan GN de Camisea está restringida en más de 25%”, acotó.
Refirió que para el suministro del gas de Camisea, está planificada una expansión del ducto, de 530 millones de pies cúbicos diarios a 920 millones de pies cúbicos, pero sólo para capacidad doméstica; porque para la exportación tendría que llegar a los 1.500 millones de pies cúbicos diarios, pero que este proyecto se ha retrasado.
Apuntó que debido a que la máxima demanda eléctrica “crecerá alrededor de 6.5 % en los próximos años como promedio anual”, urge realizar los proyectos programados entre el 2013 y 2015, para ingresar nuevas cargas al sistema y descartar escenarios de riesgo y estrés.
“Estos nuevos proyectos son más o menos 1.200 megas más de carga”, precisó, tras anotar que el sistema eléctrico tiene actualmente 6.800 megavatios.
250 empresas sin electricidad
Vera Tudela expresó su preocupación, porque el parque generador eléctrico del país dependa en mayor proporción del gas de Camisea. “En el supuesto que se interrumpiera el suministro de gas, unas 250 grandes empresas se quedarían sin energía eléctrica por el tiempo que dure la corrección pertinente. Hablamos del sector minero y el de manufactura”, advirtió.
Plantas y tanques de almacenamiento
El economista planteó que el gobierno implemente plantas y tanques de almacenamiento de gas natural, en estado líquido, de forma tal que ante una eventual falla del gasoducto, el producto almacenado sea regasificado y se pueda utilizar.
“La iniciativa respecto a la seguridad energética es construir un ducto de redundancia paralelo pero alejado del ducto actual, para diversificar el transporte de gas y minimizar riesgos”, indicó.
Agenda Pendiente
Carlos Paredes, de la USMP, afirmó que para afrontar la demanda eléctrica, conviene adoptar medidas orientadas a proveer al país de energía de manera confiable, oportuna, sostenible y a costos razonables.
“Sin ser alarmistas, hay una serie de medidas que podemos adoptar, listadas en el estudio, que permitirían mitigar esos riesgos y disminuir su impacto negativo”, subrayó en declaraciones a ProActivo.
Señaló que en infraestructura, a corto plazo, debemos prepararnos para situaciones de emergencia, en la que podría haber menos gas por alguna interrupción en el ducto, lo que requiere capacidad de almacenamiento y centrales duales, para lo cual sugirió crear incentivos porque hay pocas.
Manifestó que la ejecución de los proyectos previstos, permitirá contar con la energía suficiente para afrontar la demanda, salvo que haya una sequía severa. “Esa es la realidad. Tenemos que asegurar el abastecimiento, y para eso hay que invertir en infraestructura y dar señales a la inversión para hacer tal o cual obra, como la ampliación del ducto gasífero”, afirmó.
En tal sentido detalló como retos a cumplir hacia el 2015: Invertir en infraestructura energética para escenarios de emergencia, garantizar la expansión de capacidad y del suministro de gas natural, fortalecer la capacidad y la confiabilidad de la transmisión eléctrica e incrementar la capacidad de la reserva eficiente.
Asimismo, alcanzar una matriz de generación eléctrica de mayor diversificación, realizar negociaciones Estado–sector privado para facilitar mecanismos para la adquisición doméstica de gas natural del Lote 56.
Señaló necesario evitar mezclar política energética con política social, fortalecer la institucionalidad en materia ambiental y viabilizar la Consulta Previa.
Demanda crece más que oferta
Enzo Defilippi, de la Universidad del Pacífico, sostuvo que el abastecimiento de electricidad podría sufrir un desbalance en el 2015 porque la oferta crece más rápido que la demanda, lo que podría ser un obstáculo para el crecimiento del país.
“Desde el 2001, la oferta eléctrica ha crecido hasta el 68%, mientras la demanda ha llegado a 89%”, detalló.
Recalcó que el riesgo de desabastecimiento se agudiza por las distorsiones incorporadas por el Estado desde el 2006 y lamentó que en Perú las políticas públicas cambien de acuerdo a la visión del ministro, donde por esa causa se carece de una política de desarrollo consistente en materia eléctrica.